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N. LÓPEZ MORATALLA ANAL. REAL ACAD. NAL. FARM.
línea -“ser humano vivo”- puede ser más o menos fino, más o menos
grueso, según creencias, increencias, e ideologías.
Importa, y mucho, mantener la ciencia a salvo de falsificaciones.
Hay que evitar que la interpretación y discusión de unos datos queden
sujetas a una manipulación por convicciones. Y aquí me parece que es
oportuno decir que no se trata de imponer silencio en nombre de la
neutralidad de la ciencia. Alguien ha señalado con acierto (1): “cuando un
científico opta por atenerse a lo que honestamente considera una mejor
descripción de la realidad, enfrentándose a otros colegas, que prefieren
ignorar datos incómodos, no está practicando una ciencia libre de valores;
está más bien permitiendo que su paráis científica sea orientada por unos
valores mejores que los de sus colegas. Y la adhesión a esos valores no
sólo no es una amenaza para la objetividad científica sino que más bien
abre la posibilidad de avanzar hacia esa objetividad… El problema es
entonces explicar en qué sentido unos valores son mejores que otros y
cómo justificar nuestras afirmaciones…”
Las terapias celular y regenerativa, que no son una panacea
universal, ni tampoco una simple promesa; aparecen como un potencial
real, interesante, que exige un uso riguroso de la racionalidad científica y
encauzarlas así, sin ambivalencias, ni técnicas, ni éticas. La racionalidad
científica exige un conocimiento actualizado, es decir liberado de
dogmatismos que se establecieron en el pasado (y que por reciente que
parezca en la ciencia biológica, el pasado se mide por decenios); riguroso
(liberado de prejuicios, creencias o increencias, que pretendan hacer decir
a la ciencia lo que la ciencia no puede decir, ni desdecir) y honesto
(liberado de intereses que, pudiendo ser en sí mismos legítimos, dejan de
serlo al ocultarse tras el interés proclamado). El estudio y la divulgación,
para quien no está de lleno metido en este campo de investigación, se
hace particularmente exigente por el hecho de que algunas revistas
científicas, de prestigio e impacto, han tomado una postura previa acerca
del posible potencial terapéutico de algunos de los tipos de células
troncales.
La investigación biomédica que busca la regeneración del daño
celular mediante la potenciación de las células troncales puede, y debe,
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