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M. CASCALES ANAL. REAL ACAD. NAL. FARM.
muerte. El objetivo citosólico del citocromo c es el homólogo del CED-4,
el Apaf-1 (Figura 3).
El citocromo c en el citosol se une al terminal C del Apaf-1 en la
región que contiene múltiples motivos WD-40. Esta unión facilita la
unión del dATP a Apaf, la molécula se abre y expone una superficie de
oligomerización. Apaf-1 oligomeriza lo cual va acompañado por un reclu-
tamiento simultáneo de procaspasa-9 al motivo CARD del terminal N de
Apaf-1. Parece ser que la activación de la caspasa-9 dentro del complejo
apoptosoma se consigue mediante proteolisis autocatalítica.
Estudios de filtración sobre gel revelan que el Apaf-1 se incorpora
a un complejo de elevado peso molecular después de activarse mediante
la adición del citocromo c y dATP a su molécula. El Apaf-1 monomérico
tiene un peso molecular de 130 kD. No está aún claro el número de mo-
nómeros Apaf-1 que oligomerizan. En la figura se muestra un heptámero.
Se sabe que la relación entre las moléculas de procaspasa-9 y Apaf-1 es
de 1:1, pero se desconoce la relación entre el Apaf-1 y el citocromo c.
Se sugiere que Apaf-1 es un regulador alostérico de la caspasa-9,
ya que uno y otra funcionan como subunidades de un holoenzima, el
apoptosoma, en el que la capacidad de las moléculas de Apaf-1 limita la
actividad proteolítica de la caspasa-9. La procaspasa-9 sufre una autopro-
teolisis, se vuelve activa y activa, a su vez, a otras caspasas. La activa-
ción secuencial de una caspasa por otra, crea una cascada expansiva de
actividad proteolítica, que conlleva la digestión de proteínas estructurales
en el citoplasma, la degradación del DNA cromosómico y la fagocitosis
de los cuerpos apoptóticos.
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