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VOL. 68 (1), 2002 URBANISMO Y SALUD PÚBLICA
que más le gustaba de las cuatro, e inició la figura de Apolo, de la que sólo
pudo hacer los primeros desbastes. Entonces se puso en su lugar un vaciado
de yeso que había en la Academia, mientras se encargaba a Alfonso Vergaz
(1744-1812) que terminara el Apolo, ya durante el reinado de Carlos IV91.
El conjunto de fuentes monumentales quedó completado con las de
los cuatro Tritones que juegan con delfines92. Las figuras fueron esculpidas
en caliza de Redueña (Madrid) por Roberto Michel y Francisco Gutiérrez;
los fustes y capiteles por Narciso Aldebó y José Rodríguez; y las tazas, por
Alonso Bergaz.
2-5. EL NUEVO BARRIO CIENTÍFICO, DESTINADO A LA
SALUD Y DELEITE DE LOS MADRILEÑOS.
Concluida la reordenación del Prado Viejo, desde 1785 Juan de
Villanueva proyectó el barrio científico de Madrid de acuerdo con la nueva
estética Neoclásica.
En 1734, reinando Felipe V, se había fundado la Academia de
Medicina y Ciencias Naturales que su sucesor, Fernando VI, intentó, sin
éxito, separar. En cambio, sí logró la fundación de un conjunto de espacios
dedicados a las Ciencias Naturales constituidos por el jardín Botánico de
Migas Calientes, un zoológico y el Gabinete de Historia Natural que
compartía sede con la Academia de Bellas Artes en el palacio del conde de
Saceda. El nuevo Gabinete tuvo éxito desde un principio, pero cuando más
afluencia de público alcanzó fue, siendo ya rey Carlos III, cuando en 1771 se
amplió con la colección que donó el ecuatoriano Pedro Franco Dávila y que
se consideró como una de las mejores de Europa. Por eso, en vista de que
recibía hasta tres mil visitantes diarios93, el Rey y su ministro Floridablanca
pensaron construir un Museo de Artes y Ciencias Naturales que sirviera de
prolongación al Salón del Prado y, al mismo tiempo, permitiera separar la
91 Cfr. M.S.DIAZ: "Noticias sobre fuentes madrileñas del s. XVIII", Villa de Madrid, 54,
1977, pp.52-55.
92 Los tritones eran seres mitológicos nacidos de la unión de Poseidón-Neptuno y
Anfítrite, cuya parte superior era humana y la inferior de pez. Formaban parte del cortejo de
su padre.
93 cfr. J.M de Azcárate: "Real Academia de Bellas Artes de San Fernando", op.cit., p.186.
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