Page 58 - 68_04
P. 58
ANA Mª JIMÉNEZ GARNICA ANAL. REAL ACAD. NAC. FARM
en septiembre de 1733 se fundó en Madrid la Tertulia literaria medico-
chymico-phisica, bajo los auspicios reales, también estos novatores
matritenses encaminaron sus estudios sólo a los de anatomía y fisiología
funcional, trabajando de la mano de cirujanos y boticarios.
Al año siguiente, se produjo un hecho que tendría importantes
repercusiones en la futura transformación del Paseo del Prado. Felipe V,
primer rey Borbón de España, que basó uno de sus pilares políticos en la
idea de que había que educar desde arriba, impulsó desde el Consejo de
Castilla la fundación de la Academia Médica Matritense donde, además de
medicina, cirugía y farmacopea, se estudiarían también física, química,
botánica y demás ciencias naturales. Sus miembros tenían entre sus objetivos
estudiar las epidemias, las enfermedades endémicas y educar a la juventud
hacia la Medicina y Ciencias Naturales, junto con otros encaminados a la
"conservación de la salud pública". Aunque, en opinión de Valentín
Matilla23, no parece que en este concepto pudiera incluirse todavía la
creación de lugares de esparcimiento público para la conservación de la
salud mental; inquietud que tampoco compartían por estas fechas sus
colegas europeos, que estaban mucho más avanzados que los españoles en
otras prácticas de la Medicina. Con la creación de esta Institución se puso
remedio a la extrañeza que mostraban los viajeros extranjeros ante el hecho
de que en Madrid no se dieran lecciones de medicina, farmacia y cirugía, ni
hubiera ninguna facultad ni academia para instruir a los jóvenes24.
Felipe V imitó a su abuelo Luis XIV, y dedicó gran parte de su
esfuerzo constructivo a ampliar y mejorar las residencias reales25. Lo que no
impidió que comenzara a poner en práctica el nuevo concepto de Urbanismo
introducido en el Barroco e iniciara cambios drásticos en lo tocante a la
geografía urbana de Madrid. La ciencia y la técnica se pusieron al servicio
23 "Real Academia Nacional de Medicina", en AA.VV: Las Reales Acedemias del
Instituto de España, Madrid, Alianza Edit. 1992, p.352.
24 García Mercadal, op. cit., Vol.IV., p.474 donde se recoge la noticia de un viajero
anónimo.
25 Es curioso, sin embargo, la atención que dedicó a los jardines de la Granja, en cuanto a
su ubicación y extensión -si bien inicialmente presupuestó la figura de un solo jardinero-
convencido que, en aquel lugar de retiro, conseguiría alcanzar la paz de espíritu que tanto
ansiaba.
166