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VOL. 67, (4) 2001 RADIACTIVIDAD Y SALUD
Cada radiofármaco utiliza uno o más de los siguientes mecanismos
de fijación en órganos o tejidos: difusión pasiva, intercambio iónico,
bloqueo capilar, fagocitosis, transporte activo, eliminación celular,
metabolismo, reacción con el receptor, fijación compartimental y
formación de complejos antígeno - anticuerpo. El conocimiento del
mecanismo dominante es el primer paso para diseñar el radiofármaco más
adecuado.
El siguiente paso, sería el conocimiento de las propiedades físicas
y químicas del compuesto elegido y de los reactivos necesarios. Se ha de
preparar un procedimiento experimental claro y preciso, el método ha de
ser reproducible, simple y no ha de alterar la propiedad deseada del
compuesto marcado. Así mismo, deben definirse las condiciones óptimas
de preparación (temperatura, relaciones molares, pH, potencial iónico en
general) y un procedimiento de control de calidad.
Una vez formulado el radiofármaco, deben realizarse ensayos
clínicos, para evaluar su eficacia, en animales y después en humanos,
respetando estrictamente las regulaciones aplicables.
Hay un cierto número de factores que han de considerarse antes,
durante y después de la preparación: compatibilidad entre reactivos,
estequiometría necesaria, polaridad y tamaño de la molécula ( pesos
moleculares mayores de 60,000 pueden presentar dificultades para su
filtración por los riñones), reacciones con proteínas, solubilidad,
estabilidad, tanto in vitro como in vivo, y con variaciones de temperatura,
pH, luz, etc. y, por último, biodistribución.
3.1.3. Aplicaciones al Diagnóstico
Los radisótopos se aplican al diagnóstico mediante dos métodos:
por análisis de centelleo líquido y aprovechando su propiedad de generar
imágenes, por autorradiografía. En el caso del centelleo líquido el análisis
puede realizarse "in vitro" e "in vivo", sin generación de imágenes. El
segundo solo puede realizarse “ in vivo “.
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