Page 70 - 66_03
P. 70

MANUEL DOMÍNGUEZ CARMONA  ANAL. REAL ACAD. FARM.

1991 a 144 trabajos demostró que una adecuada depuración del agua
reducía las enfermedades diarreicas un 26%, el tracoma un 27 %, la
ascaridiasis un 29 %, la esquistosomiasis un 77 % y la dracunculasis un
78%, con reducción aún mayor de su gravedad clínica Estudios de ca-
sos-control efectuados por Young y col. (1988) en Malawi encontraron
una disminución del 20 % en la incidencia de diarrea, Baltazar y cols.
(1988) del 20 % en Filipinas, Daniels y cols. (1990) del 24 % en Les-
hoto. Wibow y col. (1993) en 14 distritos de Java en junio y julio de
1991 encontraron que la morbilidad y la mortalidad por diarreas eran
inversamente proporcionales al producto del porcentaje de la población
con agua potable por el porcentaje de la población con adecuada eva-
cuación de excretas.

        La llegada a un cauce de la décima parte de su caudal de su
agua residual con 50 UFP por ml y con una eficacia de depuración natu-
ral del 90% hace llegar al grifo 5 virus por litro y si pasó previamente
por una estación depuradora que reduce físicamente un 90 % los virus,
unido a una depuración química con un rendimiento del 90%, daría un
agua con una partícula cada dos litros, cantidad que suele estimarse
como la que un adulto necesita para beber. Una buena depuración po-
dría rebajar la concentración de UFP a 1 virión por 2 millones de litros
es decir que se podría infectar diariamente una persona por millón de
usuarios de los que alguno enfermaría. Cuando se alcanza un buen nivel
de saneamiento la eficiencia de los recursos aplicados al saneamiento
del agua disminuye. La repercusión de un suministro suficiente de agua
potable en la salud sigue una curva logística de modo que cuando los
niveles de saneamiento general son bajos, la eficacia es limitada y va
aumentando exponencialmente a medida que la situación mejora. Esto
pasa con otras actividades sanitarias. Por eso Walsh y col. (1979), Shu-
val y cols.(1981) no encontraron que el abastecimiento y depuración del
agua fueran eficaces para mejorar la Salud. La instalación de pozos en
hogares en la zona del río Meghana de Bangladesh no redujo el cólera y
Feachem y cols. ((1978) en Lesotho no encontraron disminución de
enfermedades con programas de abastecimiento hídrico. Shiffman y
cols (1978) no vieron diferencia en la incidencia de diarreas entre los
habitantes de un pueblo guatemalteco que tenia un suministro moderno
de agua respecto a otro sin él. Lo mismo encontraron Koopman y cols.

6
   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75