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VOL. 66, (3) 2000 RIPS E INMUNOTOXINAS CONTRA EL CÁNCER
denomina cadena A y una cadena con propiedades de lectina, esto es
proteína que liga azúcares, que se denomina cadena B. Las RIPs de tipo 2
pueden ser tóxicas como la ricina, abrina y proteínas relacionadas (5,6),
debido a que poseen un dominio protéico que les permite atravesar las
membranas celulares al reconocer y unirse a receptores de membrana
plasmática y entrar en el citosol donde inhiben la síntesis de las proteínas.
Las RIPs de tipo 2 pueden ser también no tóxicas para células humanas
cultivadas y para ratones en relación con la ricina. Solo a concentraciones
de entre 1.000 y 10.000 veces superiores a la ricina presentan toxicidad en
ratones. Las RIPs de tipo 1 son menos tóxicas para las mismas células y
animales de ensayo que las de tipo 2 tóxicas, excepción hecha de los
macrófagos (5,6).
Las RIPs no tóxicas de dos cadenas han sido descubiertas en
nuestro laboratorio (5-9). Como veremos después estas RIPs no tóxicas
pueden ser de una gran utilidad potencial para la construcción de
inmunotoxinas y conjugados para la terapia humana.
Veamos ahora la estructura de las RIPs. Las RIPs
monocatenarias o de tipo 1 son polipéptidos de masa relativa entre 25.000
y 32.000. Todas las RIPs de tipo 1 conocidas poseen un carácter
fuertemente básico con puntos isoeléctricos en el entorno de 9. Ello indica
la predominancia de aminoácidos básicos; de hecho, el análisis del
contenido en aminoácidos así lo indica. Muchas de ellas están glicosiladas
lo que les confiere un fuerte carácter antigénico (5,6).
Las RIPs bicatenarias o de tipo 2 poseen masas relativas entre
56.000 y 68.000 con subunidades de masas relativas entre 26.000 y
33.000 (cadena A) y 28.000 y 38.000 (cadena B). En muchos casos están
también glicosiladas. Las cadenas A de las RIPs de tipo 2 poseen
homología secuencial con las RIPs monocatenarias, mientras que las
cadenas B la poseen con las lectinas de la misma familia vegetal (5,6).
Los estudios de estructura por difracción de rayos X han
permitido revelar la estructura espacial fina de algunas de estas proteínas.
El ejemplo más notable es la ricina, en cuya estructura se han podido
definir los sitos de unión de la cadena B con restos de galactosa, las
cadenas de polisacárido unidas covalentemente en la cadena B y el centro
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