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Role of white, brown and perisvascular adipose tissues in the vascular complications associates to obesity
desarrollar otras patologías como la diabetes tipo 2 (1), 2. TEJIDO ADIPOSO BLANCO
dislipidemias, hígado graso, aterosclerosis, enfermedad 2.1. Morfología y distribución del tejido adiposo blanco.
Implicación en el riesgo cardiovascular
cardiovascular, enfermedad de Alzheimer, enfermedades
El adipocito del TAB tiene una forma variable,
óseas y con frecuencia algunos tipos de cánceres aunque clásicamente es esférica de tamaño entre 25-200
µm. Además, tiene un núcleo periférico y plano y un
especialmente digestivos. Esto ocurre, al menos en parte, citoplasma delgado que contiene una única gota
lipídica grande que ocupa el 90 % del volumen.
como resultado de la resistencia a la insulina inducida por Presenta escasas mitocondrias y un pequeño retículo
endoplásmico liso y rugoso. TAB se compone de los
la obesidad y el hecho de que el tejido adiposo no sólo adipocitos que se mantienen unidos por un tejido
conectivo laxo que está adecuadamente vascularizado e
sirve como reservorio de energía sino como un órgano inervado. Además de los adipocitos, TAB contiene
macrófagos, leucocitos, fibroblastos, adipocitos, las
endocrino secretor de hormonas, citoquinas y proteínas células progenitoras y células endoteliales. La presencia
de los fibroblastos, los macrófagos, y otros leucocitos,
que afectan a la funcionalidad de las células y tejidos a lo junto con los adipocitos, da cuenta de la gran variedad de
proteínas que son secretadas por TAB bajo condiciones
largo de todo el organismo (2). variables. El tejido adiposo blanco está distribuido a
lo largo de todo el organismo y tiene diferentes
La obesidad se acompaña de un riesgo cardiovascular compartimentos que varían en cuanto al tamaño celular
elevado por la coexistencia de otros factores de riesgo, del adipocito a la actividad metabólica y a su papel
potencial en la resistencia a la insulina y otras
particularmente dislipemia, hipertensión, complicaciones vasculares asociadas a la obesidad. En
humanos, se diferencian dos depósitos principales de
insulinorresistencia y diabetes. De hecho, estos factores de tejido adiposo blanco: el depósito subcutáneo
correspondiente al tejido adiposo que se localiza bajo la
riesgo están íntimamente ligados a un exceso de tejido piel, y el depósito visceral. Hay dos tipos de tejido
adiposo visceral: el mesentérico y el omental. El
adiposo, y más específicamente a una particular primero se encuentra envolviendo al intestino, el
segundo se extiende desde la parte inferior del
distribución corporal del mismo. Esta forma de estómago, recubriendo el abdomen y es el que
normalmente se emplea en el estudio de la grasa visceral.
distribución de la grasa en el obeso sí está claramente El tejido adiposo visceral y el subcutáneo presentan
numerosas diferencias anatómicas, celulares y
relacionada de manera independiente con la moleculares; por ejemplo, la irrigación de ambos tejidos
es diferente, y los niveles de RNA mensajero (mRNA) de
morbimortalidad cardiovascular a través de un síndrome leptina en el tejido adiposo subcutáneo están
incrementados respecto del visceral. Estos tejidos también
metabólico aterogénico. Éste es el motivo por el que son diferentes en cuanto a la capacidad de movilización de
ácidos grasos, la grasa omental es más sensible a los
adquiere especial trascendencia clínica la medida, no sólo efectos lipolíticos de las catecolaminas y menos sensible
a los efectos antilipolíticos de la insulina; por tanto, este
de la cuantía total de la grasa corporal, sino de su tejido tiene una mayor capacidad de movilización de
ácidos grasos que el depósito subcutáneo.
distribución, habida cuenta que tal distribución tiene más Adicionalmente hay descritas numerosas diferencias
entre el tejido adiposo visceral y subcutáneo referentes a
impacto en el riesgo cardiovascular que la obesidad por sí la secreción de adipoquinas. En este sentido, una
obesidad periférica se caracteriza por una acumulación de
misma. tejido adiposo subcutáneo y es más frecuente en
mujeres. Este tipo de obesidad no se ha asociado a un
Una de las alteraciones metabólicas más deletéreas de mayor riesgo de sufrir patologías asociadas. Sin embargo,
la obesidad central o abdominal es más frecuente en
la obesidad es la dislipemia que con frecuencia la hombres y consiste en una acumulación de tejido adiposo
visceral. Este tipo de obesidad se ha asociado, mediante
acompaña y resulta altamente aterogénica. Su patrón estudios epidemiológicos, con un mayor riesgo de sufrir
enfermedades tales como resistencia a la insulina,
fenotípico habitual es la hipertrigliceridemia preprandial,
l a hiperlipemia postprandial sin elevación de las
lipoproteínas de alta densidad (HDL), el aumento real en
la producción de partículas densas y pequeñas de
lipoproteínas de baja densidad (LDL), así como la baja
producción de colesterol HDL. En mamíferos el tejido
adiposo está compuesto al menos por dos tipos muy
distintas como son el tejido adiposo blanco (TAB) y el
tejido adiposo marrón o pardo (TAM) que presentan
diferencias en cuanto a su morfología, distribución, genes
y función. El tejido adiposo blanco es el principal
reservorio de energía y libera un gran número de
hormonas y citoquinas que modulan el metabolismo del
organismo y la resistencia a la insulina. El desarrollo de
la obesidad no sólo depende del balance entre la ingesta y
el gasto energético sino también del balance entre el
tejido adiposo blanco, como principal reservorio
energético, y el tejido adiposo marrón, especializado en
el gasto energético en forma de termogénesis a través de
la proteína mitocondrial desacoplante 1 (UCP-1). Además
el TAM podría afectar al metabolismo del organismo y
alterar la sensibilidad a la insulina al igual que modificar la
susceptibilidad a desarrollar obesidad (3-7).
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