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Tuberculosis is not an illness of the past                     bases de la lucha antituberculosa. La importancia de esta
                                                               lucha se refleja en la abundante literatura que trata de la
la aplicación de cataplasmas, la inhalación de vapores de      búsqueda de una cura para la tuberculosis (5).
sandácara (una resina obtenida del enebro y otras
coníferas), la instilación de vino aguado en la tráquea para       A pesar de estos avances se siguieron utilizando
provocar accesos de tos, etc.                                  medicamentos de lo más diverso e ineficaz, como el
                                                               arsénico, el tanino, el yodo, las inhalaciones de alquitrán,
    En el siglo II d.J.C., Galeno intuyó que la tisis era      la creosota, e incluso el alcohol, poniéndose de moda
contagiosa (Aristóteles lo supuso con anterioridad) y          largas estancias en ciudades como Roma o Venecia porque
comprendió que el reposo del pulmón afectado era esencial      se consideraba a la malaria (habitual en dichas ciudades)
para su curación, recomendando la administración de            una enfermedad antagónica de la tisis.
mezclas de plantas con propiedades balsámicas o sedantes
de la tos. Los viajes por mar y la estancia en climas secos        Los centros para curas de reposo, descritos
se consideraban muy beneficiosos. Durante la Edad Media,       magistralmente en la novela de Thomas Mann “La
se inició la "cura por el toque real", un privilegio que se    Montaña Mágica”, se multiplicaron a partir de los años
siguió practicando hasta comienzos del siglo XIX y que         1860 y fueron la mejor alternativa al tratamiento hasta el
dispensaban algunos reyes para curar ciertas enfermedades      advenimiento de la quimioterapia, sobre todo en las fases
sobre todo la escrófula, la forma más frecuente de             iniciales de la enfermedad. Los buenos resultados que
infección extra-pulmonar de la tuberculosis diseminada         producían se atribuyen hoy a que la nutrición equilibrada y
por vía linfática que cuando coloniza los ganglios             la exposición gradual a la luz solar colaboraban a
cervicales provoca unas úlceras características o              restablecer los niveles de vitamina D, esencial para la
“escrófulas”. En esta práctica el rey imponía las manos        función de los macrófagos, mientras que el reposo en cama
sobre el enfermo diciendo: “El rey te toca y Dios te cura”.    junto al ejercicio moderado favorecían la perfusión
En los primitivos hospicios-hospitales se daba gran valor a    pulmonar en las áreas cavitadas (6).
la administración de leche mezclada con sal y miel,
mientras que los árabes recomendaban la infusión                    En 1890 Koch propuso la administración por vía
azucarada de pétalos de rosas.                                 inyectable de un derivado purificado de antígenos de M.
                                                               tuberculosis al que se denominó tuberculina, que perseguía
    En el Renacimiento se utilizaron toda clase de plantas     acelerar la respuesta inmune activando la formación de
balsámicas y expectorantes entre las que se incluía la         anticuerpos específicos y reforzar las defensas normales
pulmonaria, recomendada por Paracelso por su semejanza         del organismo atacado mediante la intensificación de la
con la forma de un pulmón. En el siglo XVI, Jerónimo           respuesta inflamatoria en las lesiones tuberculosas. Esta
Fracastoro intuyó que la tisis y otras enfermedades se         “vacunación activa” se generalizó en Europa y Estados
contagiaban por la acción de gérmenes que penetraban en        Unidos, donde se utilizaron gran variedad de preparados y
el organismo con la respiración, y posteriormente se           de pautas de administración. Aunque estos tratamientos
absorbían y transportaban por la sangre hasta las vísceras.    demostraron finalmente ser ineficaces contra la
En los siglos XVI y XVII, el azufre, el arsénico y los         enfermedad, fueron útiles para el diagnóstico de la TB
mercuriales, así como todo tipo de plantas procedentes del     latente mediante el test de Mantoux. La tuberculina
Nuevo Mundo (como la quina, el té, el cacao y el tabaco),      también ha inspirado algunas inmunoterapias, como la
se utilizaron sin ningún resultado práctico, pero en el siglo  inoculación de Mycobacterium vaccae, una especie no
XVIII se redactaron en algunas ciudades de España e Italia     patogénica de la familia de las Mycobacteriaceae que
normas profilácticas como las ordenanzas reales                viven naturalmente en el suelo (7), y la vacuna RUTI® (8).
promulgadas por Fernando VI en 1751, que incluían la
declaración obligatoria de los casos, el aislamiento de los        Hacia 1930 la tuberculosis pulmonar se había
enfermos, y la enajenación y quema de los objetos              convertido en una enfermedad quirúrgica debido al
personales de los fallecidos. En el resto de Europa eran       incesante desarrollo de nuevas técnicas, comenzando por
pocos los que creían que la tisis era una enfermedad           la práctica de neumotórax terapeúticos. El italiano Carlo
contagiosa, por lo que estas ordenanzas se derogaron tras      Forlanini, basándose en estudios previos de Toussaint que
las conquistas napoleónicas. Por estas fechas, la tisis se     demostraban la buena evolución de las lesiones
conoció como plaga blanca por la palidez de los pacientes,     tuberculosas cuando se producía un neumotórax
y como enfermedad de los artistas por el aspecto etéreo y      espontáneo, practicó en 1888 el primero de estos
pálido del enfermo, que representaba la renuncia de lo         neumotórax mediante la punción con una aguja de la
mundano que caracterizó al romanticismo.                       cavidad pleural y la introducción de nitrógeno. En la
                                                               misma época, el cirujano norteamericano J. B. Murphy
    La demostración de que la tuberculosis era inoculable,     realizaba experiencias similares, utilizando un grueso
realizada por el médico francés Villemin en 1865, y el         trócar que introducía por una incisión en la cavidad
aislamiento y cultivo de los bacilos responsables de la        torácica. El colapso pulmonar favorecía los procesos de
enfermedad por R. Koch entre los años 1880 y 1882 (4),         cicatrización de una manera más evidente que todos los
hicieron posible que se catalogara definitivamente como        procedimientos anteriormente ensayados, y la
enfermedad infecto-contagiosa, se desvaneciera la leyenda      colapsoterapia adquirió rápidamente una gran importancia.
romántica en torno a ella, se asociara su propagación a la     En 1907, Friedrich practicó las primeras toracoplastias con
pobreza e insalubridad que caracterizaban a las ciudades       extensas resecciones costales que alteraban la estructura
europeas y norteamericanas de esa época, y se sentaran las
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