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A.Toledano
&
al.
por
la
vías
“amiloidogénica”
y
“no
amiloidogénica”
(dependiente
de
la
catabolización
por
la
beta--secretasa
o
BACE--
beta--site
APP
cleaving
enzyme--,
o
por
la
alfa--secretasa)
(78)
existe
ya
en
casi
todas
las
especies
de
mamíferos,
prácticamente
no
aparecen
depósitos
amiloideos
en
cerebros
seniles
más
que
en
los
primates.
Son
excepcionales
los
casos
recogidos
en
la
literatura
de
animales
con
amiloidosis
cerebrales
(oso
polar,
conejo),
sin
embargo
muchas
especies
de
primates
de
diferente
grado
de
evolución
(prosimios,
simios
del
nuevo
mundo
y
simios
del
viejo
mundo)
han
mostrado
la
formación
de
amiloide
insoluble
y
su
acumulación
en
placas
estructuradas,
en
forma
difusa
en
el
neuropilo
y
en
depósitos
perivasculares
–
congofilia
vascular--
siempre
que
hayan
sobrevivido
en
cautiverio
o
semilibertad,
con
cuidados
especiales,
el
número
de
años
suficiente
para
llegar
a
su
“ancianidad”
(76,
77).
El
porcentaje
de
simios
ancianos
con
acumulación
de
amiloide
varía
grandemente
según
las
especies
(o
las
colonias
de
una
especie
estudiada:
desde
muy
pocos
individuos
(<5%)
hasta
prácticamente
todos,
siendo,
además,
bastante
controvertido
el
tipo
y
disposición
de
los
depósitos,
su
relación
con
la
amiloidosis
humana
en
al
EA
y
su
relación
con
las
alteraciones
comportamentales
propias
de
cada
especie
durante
la
fase
senil.
Existen
pocos
estudios
realizados
de
manera
comparativa
cognoscitiva/comportamental
en
vida
y
morfofuncional
post--mortem
para
obtener
conclusiones
ya
definitivas
sobre
envejecimiento
normal
y
patológico,
pero
sí
se
tiene
la
certeza
de
que
es
un
campo
de
estudio
de
gran
relevancia
para
ello
(76,
77,
79--81).
En
algunos
Macacus
rhesus
o
Macacus
fascicularis
--
macaco
cangrejero
o
de
cola
larga--,
estudiado
por
nuestro
equipo
de
investigación,
alrededor
del
30%
de
los
individuos
que
sobrepasan
los
20
años
de
edad,
presentan
un
síndrome
cerebral
neurodegenerativo
muy
acusado,
similar
a
la
EA
humana,
con
cambios
comportamentales
muy
profundos
y
gran
acumulación
de
amiloide,
frente
al
70%
del
resto
de
individuos
seniles
con
muy
poco
marcadas
alteraciones
neuropatológicas
y
déficits
leves
cognoscitivo--comportamentales
(76,
77,
79)
(Figura
11).
Sin
embargo,
en
otras
especies,
como
el
Chlorocebus
aethiops
--
cercopiteco
verde--
también
de
la
familia
macaca,
empleado
en
el
estudio
de
posibles
vacunas
contra
el
Alzheimer
(82,
83),
todos
los
individuos
que
sobrepasaban
los
ocho
años
presentaban
alteraciones
neuropatológicas
aunque
con
escasa
repercusión
cognoscitiva.
Los
estudios
parecen
mostrar
la
posible
existencia
de
una
transición
entre
la
involución
senil
fisiológica
y
la
patológica
EA
dentro
de
la
cual
ocurriría
una
fase
estable
sin
demencia
aun
cuando
estén
presentes
alteraciones
neuropatológicas
(77,
79).
En
lo
que
respecta
a
la
otra
característica
neuropatológica
de
la
EA,
la
acumulación
cerebral
de
agregados
de
proteína
Tau
en
ovillos
neurofibrilares
y
neuritas
distróficas,
especialmente
la
isoforma
hiperfosforilizada,
también
hay
que
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