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A.Toledano
&
al.
implicadas
(betaamiloide
–Figura
12--,
Tau)
que
inducen
manifestaciones
patológicas
características
de
la
senilidad
patológica/EA.
Diversos
ratones
transgénicos
sencillos
de
APP
(APP;
APP+PSA)
y
Tau,
o
dobles
y
triples
transgénicos
(85--88)
muestran
como
en
la
madurez
adulta
o
en
la
senilidad
se
forman
placas
amiloideas
o
acumulaciones
de
proteína
Tau.
Muchos
transgénicos
tienen
muy
pocas
alteraciones
cognoscitivo--comportamentales,
lo
que
ha
servido
para
“desacreditar”
estos
modelos
en
el
estudio
de
la
senilidad
patológica/EA,
pero
en
otras
es
cierto
que
existe
un
mayor
deterioro
senil
que
en
los
controles
normales
(“wild
type”)
(87).
Aunque
estos
ratones
se
han
utilizado
para
estudios
de
patogenia
y
efectos
de
posibles
fármacos
o
“vacunas”
(88,
89)
también
nos
brindan
la
oportunidad
de
estudiar
las
primeras
fases
de
aparición
de
la
patogenia
y
mecanismos
implicados
en
la
transición
entre
la
“normalidad”
y
la
“anormalidad”.
Figura
12.--
Placas
amiloideas
observadas
al
Microscopio
electrónico
con
core
denso
en
humano
(A)
y
en
ratón
trangénico
APP+PS1.
En
ambos
casos
se
observa
el
“core”
central
(c)
formado
por
fibras
densas
de
proteína
beta
amilideredeadas
de
dendritas
distróficas
(d)
y
material
amilideo
fibrilar
difuso.
Existen
diferencias
muy
notables
dehidasa
:
1)
la
técnica
de
estudio,
pues
en
el
caso
A
se
trata
de
tejido
post--morten
(3
horas),
fijado
por
inmersión
y
la
mayor
parte
de
loas
dendritas
se
han
vascuolizado
y
destruido
mientras
se
encuentran
láminas
ultadensas
formadas
por
restos
celulares
neurovasales,
gliales
y
aniloideas
muy
difíciles
de
estudio.
Por
el
contrario
en
el
ratón
transgénico
se
observan
las
neuritas
con
grandes
cantidades
de
detritus
celulares
rodeadas
de
las
láminas
de
amiloide
puramente
fibrilar--granular.
2)
El
tipo
de
amiloide,
la
configuración
del
“core”
y
de
la
“corona”,
las
neuritas
y
las
prolongaciones
gliales
tienen
diferencias
en
las
dos
especies.
(x6000).
6.
CONCLUSIONES
El
problema
teórico
de
si
existe
o
no
una
doble
vía
de
involución
senil
del
cerebro,
que
podemos
denominar,
respectivamente,
hacia
la
senilidad
fisiológica
o
“normal”
sin
signos
de
demencia,
o
bien
hacia
la
senilidad
“patológica”
o
EA
que
se
manifiesta
por
la
aparición
de
una
demencia
progresiva,
tiene
también
una
muy
importante
repercusión
práctica
pues
tanto
la
prevención
como
la
asistencia
de
las
personas
mayores
dependerán
del
posible
número
de
individuos
afectados:
bien
solamente
los
individuos
de
riesgo
o
bien
toda
la
población.
Los
estudios
ya
realizados
apuntan
que
existen
características
diferenciales
muy
marcadas
entre
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