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SESIONES
CIENTÍFICAS
La
dignidad
de
la
persona
mayor
José
Manuel
Ribera
Casado
Catedrático
Emérito
de
Geriatría.
Facultad
de
Medicina.
U.
Complutense.
Académico
de
Número
de
la
Real
Academia
Nacional
de
Medicina.
Conferencia
pronunciada
en
la
Real
Academia
Nacional
de
Farmacia
(7.V.2014).
An.
Real
Acad.
Farm.
Vol
80,
Nº
2
(2014),
pag.433--443.
“La
dignidad
está
por
encima
de
cualquier
precio
y,
por
lo
tanto,
no
tiene
equivalente”
(E.
Kant)
¿De
qué
estamos
hablando?
Lo
de
la
persona
mayor
parece
bastante
claro.
No
tanto
lo
de
la
dignidad.
Como
ocurre
casi
siempre
que
nos
referimos
a
lo
que
llamamos
“valores”
resulta
muy
difícil
establecer
una
buena
definición
de
lo
que
entendemos
por
dignidad.
En
el
diccionario
de
la
Real
Academia
y
en
el
Espasa
se
le
asignan
entre
otras
acepciones
las
de
excelencia,
realce
o,
aplicado
a
un
individuo
o
a
un
colectivo,
se
habla
de
poseer
la
calidad
de
digno,
entendiendo
como
tal
a
la
persona
o
grupo
que
es
merecedora
de
ello.
En
el
diccionario
de
filosofía
de
Ferrater
Mora
simplemente
no
aparece
el
término.
Donde
más
detenidamente
se
interpreta
la
palabra
“digno”
es
en
el
Diccionario
del
Uso
del
Español
de
María
Moliner.
Lo
hace
asociado
a
más
de
una
decena
de
sinónimos
y
a
varias
acepciones.
Entre
ellas
una
que
considero
muy
adecuada:
“se
aplica
al
que
obra,
habla,
se
comporta,
etc.
de
manera
que
merece
el
respeto
y
la
estimación
de
los
demás
y
de
sí
mismo”.
El
término
respeto
y
el
muy
próximo
de
autoestima
considero
que
se
ajustan
bien
a
lo
que
entendemos
por
dignidad
de
la
persona
mayor.
En
el
lenguaje
diario
y
en
el
sentir
general
asociamos
el
ser
humano
a
la
idea
de
dignidad.
Esto
no
siempre
ha
sido
así.
Como
bien
señala
el
filósofo
Ramón
Valls
(1)
en
origen
era
un
concepto
que
distinguía
y
jerarquizaba.
Afectaba
a
quienes
por
su
excelencia
sobresalían
por
encima
de
otros.
Era
cosa
de
algunos.
La
dignidad
moderna
es
de
todos.
Es
universal
porque
no
se
considera
consecuencia
de
un
buen
comportamiento
sino
como
principio
de
él.
Todos
somos
dignos,
al
menos
desde
Kant
y
la
Ilustración.
De
forma
específica
desde
que
en
1948
el
artículo
1
de
la
Declaración
Universal
de
Derechos
Humanos
señalase
que
“todos
los
seres
humanos
nacen
libres
e
iguales
en
dignidad
y
derechos”.
Todos
somos
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