Page 16 - 79_03
P. 16
F.
Díaz--Fierros
Vigueira
es
mucho
más
directa
y
eficiente
que
las
complejas
vías
que
siguen
las
degradaciones
en
condiciones
anóxicas
o
anaerobias.
Procesos
de
transporte
El
transporte
de
los
contaminantes
o
de
los
subproductos
de
su
degradación
puede
realizarse
desde
la
matriz
del
suelo
unido
a
las
partículas
del
suelo
cuando
este
se
moviliza
por
los
procesos
de
erosión
eólica
y/o
hídrica
y
con
el
desplazamiento
de
las
fases
móviles
del
agua
y
el
aire
del
suelo.
a)
Transporte
con
la
matriz
del
suelo.
Los
procesos
de
erosión
del
suelo
se
inician
siempre
con
el
mecanismo
de
desagregación
de
las
partículas
del
suelo
como
consecuencia
de
la
destrucción
de
las
substancias
cementantes
(materia
orgánica,
óxidos
de
hierro,
etc.)
que
mantienen
estable
la
estructura
del
suelo.
Los
agentes
desagregantes
mas
frecuentes
son
la
lluvia,
las
escorrentías
y
la
mecanización.
Una
vez
liberadas,
las
partículas
pueden
ser
desplazadas
por
el
viento,
sobre
todo
en
medios
áridos,
y
recorrer
grandes
distancias
originando
auténticas
nubes
contaminantes
(p.
ej.
el
conocido
episodio
del
Dust
Blow
americano,
de
los
años
treinta
del
pasado
siglo).
Más
extendidos
están
los
procesos
de
erosión
hídrica,
que
pueden
alcanzar
valores
tan
elevados
como
las
100
Tm.
Ha--1.
año
y
se
localizan
de
forma
preferente
en
los
climas
subtropicales
y
mediterráneos.
Los
procesos
erosivos
afectan
al
desplazamiento
de
los
contaminantes
localizados
en
la
capa
más
superficial
del
suelo
y
con
un
Kow
elevado.
b)
Transporte
con
la
fase
líquida
del
suelo
y
subsuelo.
Puede
afectar
a
tres
situaciones
distintas
de
los
contaminantes
(disueltos,
inmiscibles
y
particulados).
Los
materiales
disueltos,
que
son
normalmente
los
que
presentan
un
producto
de
solubilidad
más
alto,
se
desplazan
de
acuerdo
con
la
dinámica
particular
de
los
flujos
de
agua
que
puede
ser
de
carácter
“difusivo”,
cuando
lo
hace
frente
a
un
gradiente
de
potenciales
de
retención
de
agua
en
condiciones
de
no
saturación,
o
“adventivo”,
cuando
se
realiza
en
régimen
de
saturación.
Este
último
suele
ser
el
responsable
de
los
principales
procesos
de
desplazamiento
de
contaminantes
por
el
agua
del
suelo.
Normalmente
se
distinguen
en
el
suelo,
según
su
localización,
los
flujos
de
agua
“superficiales”,
“subsuperficiales”
y
“subterráneos”.
Con
estos
últimos
se
establece
un
continuum
con
los
acuíferos
subterráneos,
por
lo
que
los
desplazamientos
de
los
contaminantes
por
el
agua
se
enmarcan,
más
que
en
los
límites
estrictos
de
lo
que
se
entiende
por
suelo,
en
el
ámbito
más
amplio
que
comprende
lo
que
se
denomina
actualmente
como
Zona
Crítica
de
la
Tierra
(atmósfera,
litosfera,
hidrosfera)
(Lin,
2010).
Los
materiales
inmiscibles,
como
los
derivados
del
petróleo,
que
pueden
dar
origen
a
graves
episodios
de
contaminación,
tienen
normalmente
un
comportamiento
muy
complejo.
Por
una
parte,
existe
una
fracción
“oleosa”
que
puede
quedar
retenida
en
los
intersticios
del
suelo
mientras
que
otra
“móvil”
401