Page 12 - 79_03
P. 12
F.
Díaz--Fierros
Vigueira
solubles
y
con
valores
de
Kow
relativamente
bajos
(p.
ej.
fenol)
y
en
el
suelo
los
que
presentan
Kow
altos
(p.
ej.
DDT).
El
concepto
de
“fugacidad”
introducido
por
Lewis,
GN
en
1901
y
aplicado
por
Mackay,
D.
(2001)
a
la
difusión
de
contaminantes
en
el
medio
ambiente
es
otra
alternativa
utilizada
ampliamente
en
la
actualidad
para
la
modelización
de
estos
procesos
de
reparto
(http://www.trentu.ca/cemec/models/models.html).
La
fugacidad,
que
significa
la
tendencia
a
emigrar
desde
una
determinada
fase,
tiene
unidades
de
presión
y
puede
ser
considerada
como
la
presión
parcial
que
un
determinado
producto
químico
ejerce
para
desplazarse
de
una
fase
a
otra.
En
muchos
aspectos,
la
fugacidad
juega
el
mismo
papel
que
la
temperatura
para
describir,
en
condiciones
de
equilibrio
térmico
entre
las
fases,
la
dirección
del
flujo
de
calor
(CEMN,
2005).
El
proceso
de
reparto
puede
dar
origen
a
un
equilibrio
estacionario
(modelos
de
evolución
de
los
contaminantes
de
nivel
I,
II
y
III
–
CEMN,
2005)
o
puede
variar
con
el
tiempo,
nivel
IV.
En
cualquier
caso,
es
el
punto
de
partida
de
otro
conjunto
de
procesos
que
afectan:
a)
a
su
transformación
mediante
una
serie
de
reacciones
y
b)
al
transporte
de
estos
productos
o
de
sus
diferentes
subproductos
de
degradación.
Procesos
de
transformación.
Consisten
en
una
serie
de
reacciones
(hidrolíticas,
oxidativas,
biodegradativas,
etc.)
que
alteran
las
características
químicas
del
producto
contaminante.
En
muchos
casos,
estos
procesos
reducen
su
actividad
tóxica,
por
lo
que
estos
mecanismos
pueden
considerarse
como
atenuadores
o
depuradores
de
la
contaminación
del
suelo.
De
todas
formas,
existen
muchas
evidencias
(todavía
no
suficientemente
bien
estudiadas)
de
que
en
la
cadena
degradativa
de
muchos
productos
pueden
aparecer
subproductos
con
actividades
tóxicas
similares
o
incluso
superiores
a
la
del
término
inicial
(Eijsackers,H
y
Doelman,P.
1987).
Retención
en
el
suelo
Para
que
los
mecanismos
degradativos,
en
las
diferentes
fases
del
suelo,
actúen
con
una
cierta
eficiencia
se
necesita
que
exista
un
tiempo
mínimo
de
contacto
entre
el
producto
y
la
fase
en
cuestión,
por
lo
que
el
tiempo
de
retención
del
contaminante
en
el
suelo
es
un
proceso
complejo
que
debe
ser
considerado
previamente
para
comprender
adecuadamente
los
procesos
de
transformación.
Estos
mecanismos
de
retención
de
los
productos
contaminantes
al
suelo
pueden
interferir
con
los
mecanismos
de
transporte
y
así,
p.
ej.,
la
vaporización
o
disolución
en
agua
puede
verse
disminuida
si
la
retención
es
muy
intensa
o
irreversible.
De
una
forma
aproximada
los
coeficientes
de
reparto
suelo--agua
y
suelo--aire
pueden
dar
cuenta
de
la
importancia
de
estos
procesos.
397