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ISABEL
CUESTA
&
col
4.
DISCUSIÓN
La
gran
mayoría
de
los
pacientes
(97,10%)
incluidos
en
nuestro
estudio
ingresaron
a
cargo
del
Servicio
de
Traumatología,
que
era
uno
de
los
servicios
a
los
que
se
autorizó
la
prescripción
del
fármaco
desde
su
inclusión
en
la
Guía
Farmacoterapéutica
del
hospital.
De
éstos,
un
elevado
porcentaje
(89,13%)
recibieron
tratamiento
con
dabigatrán
para
la
indicación
aprobada
en
ficha
técnica.
Los
resultados
obtenidos
muestran
que
la
restricción
de
prescripción
por
parte
de
la
Comisión
de
Farmacia
y
Terapéutica
ha
servido
para
controlar
la
utilización
de
dabigatrán,
y
que
en
la
mayoría
de
los
casos
la
utilización
se
adapta
a
las
recomendaciones.
Independientemente
del
tipo
de
cirugía,
la
pauta
utilizada
más
frecuentemente
fue
220
mg
al
día,
lo
que
concuerda
con
la
edad
media
de
la
población
de
estudio
(70,88
años)
y
con
las
dosis
ensayadas
en
los
estudios
pivotales
(RE--MODEL
y
RE--NOVATE)
(12,13).
Creemos
que
los
errores
de
dosificación
encontrados
pueden
estar
influenciados
en
parte,
por
la
falta
de
seguimiento
diario
de
los
pacientes
por
parte
de
un
mismo
prescriptor,
lo
que
en
ocasiones
conlleva
la
no
actualización
del
tratamiento
farmacológico.
En
lo
que
respecta
a
la
duración
del
tratamiento
tras
artroplastia
total
de
rodilla,
en
el
94,51%
de
los
pacientes
sometidos
a
este
tipo
de
cirugía
fue
superior
a
los
10
días
indicados
en
ficha
técnica
(teniendo
en
cuenta
los
pacientes
que
debían
continuar
con
el
tratamiento
en
su
domicilio).
Sin
embargo,
se
adapta
a
las
recomendaciones
de
la
Guía
Clínica
de
la
SECOT
(Sociedad
Española
de
Cirugía
Ortopédica
y
Traumatología)
(9)
y
la
ACCP
(American
College
of
Chest
Physicians)
en
su
edición
de
2008
(7),
que
indican
que
la
duración
será
de
entre
4
y
6
semanas.
Todos
los
anticoagulantes
tienen
asociado
cierto
riesgo
de
hemorragia,
por
ello,
la
seguridad
de
la
anticoagulación
es,
probablemente,
la
preocupación
más
importante
de
los
cirujanos
ortopédicos,
ya
que
una
hemorragia
en
la
articulación
sustituida
puede
tener
graves
consecuencias
para
el
resultado
clínico
(14).
La
evaluación
del
potencial
hemorrágico
de
los
nuevos
anticoagulantes,
basada
en
los
resultados
de
los
ensayos
clínicos,
resulta
importante
a
la
hora
de
determinar
su
utilidad
clínica.
Pero
los
ensayos
utilizan
diversas
definiciones
para
la
evaluación
del
potencial
hemorrágico,
y
estas
variaciones
en
las
definiciones
deben
tenerse
en
cuenta.
En
los
estudios
RE--MODEL
y
RE--NOVATE
se
siguieron
los
criterios
de
la
International
Society
on
Thrombosis
and
Haemostasis
(ISTH)
(15).
En
nuestro
studio,
se
detectó
sangrado
en
el
7,97%
de
los
pacientes,
siendo
este
porcentaje
inferior
al
aproximadamente
14%
notificado
en
los
ensayos
pivotales,
donde
la
frecuencia
de
sangrados
mayores
(incluyendo
sangrados
en
el
lugar
de
la
herida)
fue
menor
al
2%
(11).
Creemos
que
la
diferencia
en
la
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