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JUAN
RAMÓN
LACADENA
estructuralmente
diferentes
de
los
TLRs,
como
las
lectinas
animales
de
tipo
C,
las
proteínas
de
reconocimiento
de
peptidoglicanos
y
beta--glucanos,
los
receptores
RIG--like
o
los
NLR
(receptores
tipo
Nod)
(16).
Junto
a
los
TLRs,
su
proyección
y
relevancia
se
ha
mostrado
extraordinaria
en
enfermedades
crónicas
no
infecciosas
de
gran
prevalencia
en
la
población,
como
son
los
trastornos
autoinmunes
y
cardiovasculares.
Así,
se
ha
observado
que
los
TLRs
también
pueden
unir
moléculas
endógenas
como
LDLox,
componentes
de
la
matriz
extracelular,
o
proteínas
de
choque
térmico
o
estrés
(17,
18).
El
conocimiento
generado
por
estos
estudios
sobre
los
mecanismos
de
señalización
de
los
TLRs,
abren
nuevas
perspectivas
en
los
tratamientos
tanto
para
enfermedades
inflamatorias
crónicas
como
las
cardiovasculares.
EL DESCUBRIMIENTO DE LAS CÉLULAS DENDRÍTICAS
Tras
identificar
y
definir
por
primera
vez
este
nuevo
tipo
de
células
inmunes
en
el
año
1973
(19),
el
Prof.
Ralph
Steinman
hubo
de
demostrar
inequívocamente
que
se
trataba
de
un
linaje
celular
distinto
al
de
los
macrófagos
mostrando,
por
tanto,
características
de
diferenciación
y
función
propias.
La
lucha
del
Prof.
Steinman
para
que
la
relevancia
de
las
Células
Dendríticas,
en
la
encrucijada
de
la
respuesta
innata
con
la
respuesta
adaptativa,
fuera
reconocida
por
la
comunidad
científica
fue
a
la
vez
titánica
y
elegante.
Abrió
así
un
nuevo
área
de
investigación,
demostrando
que
las
Células
Dendríticas
representan
el
eslabón
perdido
entre
respuesta
inmune
innata
y
adaptativa,
siendo
esenciales
para
el
inicio
de
la
respuesta
inmune
adaptativa
y
por
tanto
para
una
completa
y
eficiente
defensa
del
organismo.
Las
Células
Dendríticas
capturan
microbios,
mediante
su
repertorio
de
receptores
para
patrones
moleculares
microbianos,
como
los
TLRs,
maduran
como
respuesta
al
patógeno
detectado
y
se
dirigen
a
los
órganos
linfoides,
donde
presentan
los
antígenos
a
los
linfocitos,
células
del
sistema
inmune
adaptativo.
De
esta
manera,
las
Células
Dendríticas
informan
de
la
presencia
de
patógenos,
iniciándose
así
la
activación
y
diferenciación
celular
que
dará
lugar
a
los
diferentes
tipos
de
linfocitos
efectores.
ONTOGENIA DE LOS MACRÓFAGOS Y LAS CÉLULAS DENDRÍTICAS
Los
monocitos,
macrófagos
y
Células
Dendríticas
(DCs)
son
componentes
esenciales
en
la
regulación
de
la
respuesta
innata
frente
a
infecciones
por
microorganismos.
Los
monocitos
que
circulan
en
la
corriente
sanguínea
proceden
de
un
precursor
de
la
médula
ósea
común
para
monocito/Macrófago/DC
(MDP),
con
un
fenotipo
característico
Lin--
cKit+
CD115+
CX3CR1+
Flt3+.
Este
precursor
puede
originar
tanto
macrófagos
como
DCs
plasmacitoides
(pDCs)
y
DCs
convencionales
(cDCs);
estas
células
juegan
un
papel
esencial
en
el
desarrollo
del
proceso
inflamatorio.
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