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JUAN
RAMÓN
LACADENA
patógenos.
Hoy
día
se
han
identificado
en
ratón
y
en
humanos
una
docena
de
receptores
TLR
diferentes.
Individuos
mutantes
para
algunos
de
los
genes
correspondientes
resultan
ser
más
susceptibles
a
infecciones
mientras
que
otras
variantes
genéticas
pueden
aumentar
el
riesgo
de
padecer
enfermedades
inflamatorias
crónicas.
INMUNIDAD ADAPTATIVA
El
nexo
de
unión
entre
la
inmunidad
innata
y
la
inmunidad
adaptativa
se
descubrió
gracias
a
las
investigaciones
de
Ralph
M.
Steinman
y
colaboradores
a
partir
de
su
descubrimiento
en
1973
de
las
células
dendríticas
en
órganos
linfoides
periféricos
del
ratón
(6)
y
la
demostración
de
que
tienen
la
capacidad
única
de
activar
las
células
T
(7)
que
juegan
un
papel
clave
en
la
inmunidad
adaptativa.
Posteriormente
se
demostró
que
señales
procedentes
de
la
respuesta
de
inmunidad
innata
son
reconocidas
por
las
células
dendríticas,
controlando
la
activación
de
las
células
T
(8).
En
el
caso
del
Dr.
Steinman
se
han
producido
dos
circunstancias
especiales:
La
primera
circunstancia
es
que
él
falleció
el
30
de
septiembre
de
2011,
tres
días
antes
de
que
se
hiciera
público
que
se
le
había
concedido
el
Premio
Nobel,
creándose
un
situación
un
tanto
complicada
porque
los
estatutos
de
la
Institución
Nobel
exigen
que
la
persona
galardonada
esté
viva
aunque
se
mantendría
el
premio
si
el
galardonado
falleciera
en
el
lapso
de
tiempo
que
media
entre
cuando
se
hace
pública
la
concesión
y
la
ceremonia
oficial
de
entrega
de
los
premios
el
10
de
diciembre
de
cada
año.
Por
tanto,
habría
un
problema
si
realmente
la
deliberación
final
de
la
Asamblea
Nobel
formada
por
50
profesores
del
Instituto
Karolinska
tuvo
lugar
el
3
de
octubre
como
parece
deducirse
de
la
nota
oficial
pública.
Otra
solución
podría
darse
si
realmente
el
Comité
Nobel,
formado
por
5
miembros
más
el
secretario
que
evalúa
las
nominaciones,
hubiera
decidido
hacer
la
propuesta
del
Premio
Nobel
antes
del
30
de
septiembre
cuando
el
Dr.
Steinman
aún
estaba
vivo.
No
obstante,
finalmente,
el
Comité
Nobel
decidió
mantener
el
premio
a
título
póstumo.
Según
recogía
algún
medio
de
comunicación
(M.
Ramírez,
Crónica,
El
Mundo,
9/10/2011),
Steinman
luchaba
por
alargar
su
vida
porque
tenía
la
esperanza
de
ser
galardonado
con
el
Premio
Nobel
y
le
decía
a
su
hija
Alexis
que
“tengo
que
aguantar
hasta
el
lunes.
Si
me
muero,
no
os
van
a
dar
el
Nobel
a
vosotros”.
Decía
su
viuda,
Claudia,
que
sólo
le
había
comunicado
su
fallecimiento
a
dos
personas
de
la
Universidad
de
manera
que
la
mayoría
de
su
equipo
celebró
al
amanecer
del
lunes
3
de
octubre
la
concesión
del
Premio
Nobel
y
media
hora
más
tarde
les
llegó
el
duelo
con
la
noticia
de
que
había
fallecido
el
viernes
anterior
30
de
septiembre.
Aunque
en
los
medios
de
comunicación
se
ha
extendido
la
idea
de
que
Steinman
ha
sido
el
primer
caso
excepcional
de
premio
Nobel
póstumo,
en
realidad
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