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VOL. 75 (3), 419-466, 2009 DIFERENCIACIÓN SEXUAL: EL FACTOR DE JOST
destacar, posteriormente, en la segunda parte de esta exposición, la
importancia que tiene el descubrimiento del factor de Jost. Por otra
parte, vamos a tratar de exponer, en esta primera parte, los conoci-
mientos científicos actuales de la diferenciación sexual para aclarar
y explicar, científicamente, las preguntas que surgen, y que han sido
planteadas en esta Corporación en distintos Seminarios, acerca de
las bases científicas que explican la existencia de individuos en los
cuales su sexo legal, establecido en su nacimiento, no coincide, en
ocasiones, con la identidad sexual vivida por su organismo.
Desde tiempo, se conocen las distintas etapas de la diferenciación
sexual en lo referente a diferenciación de gónadas, que podríamos
llamar diferenciación periférica y también se conoce el papel esen-
cial en la diferenciación sexual masculina, de la testosterona fetal;
tanto a nivel periférico, en diferenciación de genitales, como a nivel
central en el cerebro modulando allí secreciones neuroendocrinas y
conducta sexual (7, 8).
Los genes situados tanto en el cromosoma X como en el cromo-
soma Y e incluso en los autosomas, genes no sexuales, deben estar
en situación funcional para que comience la diferenciación sexual en
ambos sexos. La diferenciación sexual que hemos llamado periférica
comprende cuatro etapas principales: a) la determinación del sexo
genético, b) la formación de estructuras sexuales indiferenciadas,
c) el desarrollo de sexo gonádico y, finalmente, d) el desarrollo del
fenotipo sexual.
1. Establecimiento del sexo genético
Actualmente, el establecimiento del sexo genético, y todas las
etapas de la fecundación de un ovocito, son muy conocidas por los
estudios citológicos realizados en las fecundaciones in vitro.
El sexo genético es determinado en el momento de la fecundación
por la unión de dos células haploides: el ovocito, que contiene, en
humano, 23 cromosomas, entre los cuales está el cromosoma X y un
espermatozoide que podrá ser, o bien 23 X o 23 Y. En la fecundación
de un ovocito, de forma normal, se suelen distinguir unas siete eta-
pas. A partir de la quinta se ha formado primero un pronúcleo prove-
niente del ovocito y, posteriormente, otro proveniente de la cabeza del
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