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VOL. 74 (1), 51-64, 2008 LOS HALÓGENOS, ¿MATERIA MINERAL FARMACÉUTICA?
des experimentales y peligros asociados reflejan la escasa cantidad de
trabajos publicados sobre la química del elemento hasta la II Guerra
Mundial (29). El procedimiento de difusión para enriquecer el uranio
isotópico, en forma de hexafluoruro, en el marco del proyecto Man-
jatthan, destinado a conseguir el arma nuclear, obligó a disponer de
flúor y de ácido fluorhídrico a escala industrial (35). Fruto de la in-
vestigación surgen nuevos materiales con propiedades excepcionales:
Teflón, Tefal, Gore-Tex, etc. (33).
La química orgánica y bioinorgánica del flúor emerge a principios
de los cincuenta, disponiendo el arsenal terapéutico de anestésicos ge-
nerales (Halotano), antidepresores (Prozac), antiinflamatorios (Beta-
metasona), antitumorales (5-Fluoracilo, Gemcitabina, Vinflunina en
fase III), antibióticos (Norfloxacino), o antivirales (Efavirenz) (33). A
pesar de estos logros, los esfuerzos realizados en la actualidad están
más orientados hacia la química de nuevos materiales que a la bioin-
orgánica. Las aplicaciones de los compuestos fluorados en variados
campos parecen carecer de límites (34).
Henri Moissan nace en París en 1852. Su padre era empleado de
la compañía ferroviaria (37). Adquiere el Diploma de Farmacéutico
—segunda clase— y pasa como aprendiz por la farmacia Baudry en
París (1871-74), enrolándose posteriormente en la Escuela Superior
de Farmacia. Por indicación de un compañero de clase y amigo de
Meaux, se registra como estudiante de Edmon Fremy en la Escue-
la Superior de Química del Museo de Historia Natural, trabajando
con el grupo de Deherain, quien le anima a completar su formación,
desarrollándose en él la inquietud por la química inorgánica. Ob-
tiene la Licenciatura en Ciencias en 1877 y el Diploma de Farmacéu-
tico primera clase en 1879. En 1879-83 ocupa la posición de Adjun-
to de la Escuela Superior de Farmacia, en 1886 es elegido Profesor
de Toxicología y en 1989 de Inorgánica. A lo largo de su vida recibe
numerosos honores y premios: Miembro de la Academia de Medici-
na (1888), y de la de Ciencias (1891), el más alto honor al que puede
aspirar un científico en Francia, Comendador de la Legión de Honor
(1896). Recibió la Medalla Davy de la Royal Society (1896) y la Me-
dalla Hoffman de la Sociedad Química Alemana (1903), entre otras
muchas distinciones (34-37).
En 1905 el Comité Nobel había recibido para Moissan un número
de nominaciones sin precedente, 20 de 41, frente a las 10 de Baeyer,
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