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VOL. 73 (2), 569-579, 2007 NECROLÓGICA DON EMILIO FERNÁNDEZ-GALIANO
amistad entre el eminente botánico británico y Emilio Fernández-
Galiano. Como primer resultado de aquella conexión un joven Be-
nito Valdés marchó a Edimburgo para formarse en Taxonomía Ve-
getal. El momento era el más apropiado pues, como he indicado, en
aquellos años se estaba produciendo una auténtica revolución en el
campo de la Botánica y el colaborador de Galiano volvió a los dos
años con nuevos conceptos sobre el estudio y la clasificación de las
plantas. «Benito was then able to start the first modern taxonomy
school in Spain and train a whole series of students who later occu-
pied important posts» (V. H. Heywood, in litt.).
El proyecto de la Flora se inició en 1971 con el catálogo de la
provincia de Sevilla, al que siguieron otros, así como la definición de
la obra (1978), que se publicó en 1987. Consta de tres tomos de los
que son editores principales Benito Valdés, Salvador Talavera y
Emilio Fernández-Galiano, con un Comité Científico compuesto por
los tres anteriores más Baltasar Cabezudo, Juan Antonio Devesa,
Eugenio Domínguez y Santiago Silvestre. El grupo sevillano al com-
pleto en la dirección de la obra, a los que se suman 35 autores y
colaboradores de distinto tipo y condición. La flora abarca las pro-
vincias andaluzas occidentales (Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla) y
suma 2.332 especies, que por aproximación suponen un tercio de la
flora ibérica.
La obra supone un salto cualitativo de importancia en los estu-
dios botánicos españoles. El diseño tiene como base la Flora Euro-
paea, que tan bien conocía Galiano, pues había colaborado en el pro-
yecto continental como Asesor Regional (España) desde el volumen
II (1968-1980) y por el propio B. Valdés a partir de su periodo de
formación con Vernon H. Heywood, uno de los promotores y edito-
res de la flora. Esa base continental, de gran rigor y novedosa por
su concepción, es sobrepasada por la Flora de Andalucía Occidental
en algunos aspectos. Con la europea coincide en el uso de floras
básicas de referencia, la estructura de las claves, los modelos de
citación de los nombres de los taxones, las diagnosis, los datos cro-
mosómicos, hábitat, fenología, etc. La mejora en la inclusión de
iconos de cada uno de los taxones citados, casi 2.500 dibujos reali-
zados en su mayoría por Antonio Cadete, quien «retrata» las plantas
y sus caracteres diagnósticos con apenas unos trazos; la elección del
dibujante de Elvas (Portugal) estuvo condicionada sin lugar a dudas
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