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VOL. 72 (1), 83-103, 2006  DERECHOS DE LOS ANIMALES VERSUS INVESTIGACIÓN...

los pollos que hace no tantos años eran animales que vivían en
semilibertad en los alrededores de la vivienda y eran sacrificados por
la propia familia para su alimentación. En una segunda fase, tras el
paso a una sociedad urbana, las aves se compran muertas y desplu-
madas en una pollería. Finalmente, en nuestra sociedad actual, com-
pramos normalmente la carne procesada en filetes, hamburguesas o
precocinados que se adquieren en un supermercado y donde su ori-
gen animal está perfectamente difuminado.

    En el cambio de la visión existen otros aspectos basados en nues-
tra evolución como comunidad y nuestra cambiante relación con los
animales. Nuestras tradiciones y cuentos infantiles recuerdan los
animales que eran peligrosos (¡el lobo!) o beneficiosos (cerditos,
cabritillas…). Ahora, muchos animales han sido antropomorfizados,
convertidos en caricaturas de sí mismos. Así, mientras que en el
mundo se calcula que quedan 4.000 tigres en el mundo en libertad,
hay más de 10.000 tigres en un solo país (EEUU) criados y mante-
nidos como mascotas. Además, los avances científicos nos plantean
nuevas formas de relación. Pongamos algunos ejemplos disponibles
al día de hoy:

    • Trasplantes de riñón para perros y gatos con un coste de 10.000
       dólares por unidad.

    • Clonación. La clonación de la primera mascota, un gato, se
       realizó en diciembre de 2004. El primer perro clonado nació el
       año 2005. El coste estimado por las empresas que se dedican
       a ello es de 50.000 $/unidad.

    • Cirugía plástica y estética: reducción de mamas, eliminación de
       arrugas, incrustación de joyas en garras.

    • Accesorios de lujo como sacos de dormir de visón, colchones y
       almohadas con calefacción…

    En un mundo donde sigue habiendo niños que mueren por ham-
bre, falta de agua potable o por no poder disponer de fármacos y
vacunas cuyo precio es de unos céntimos de euro, gastar estas can-
tidades es, en mi opinión y sin ningún ánimo de demagogia, obsce-
no. Ello no obstante, si se ofertan esos tratamientos o accesorios, es
no solo porque existe un mercado para ello, y porque existen perso-

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