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BARTOLOMÉ RIBAS OZONAS AN. R. ACAD. NAC. FARM.
cionales que, Don Juan March se expresó en términos muy comedi-
dos de que las ayudas y los premios de la Fundación serían seleccio-
nadas y distribuidas por los científicos, que son los que saben de
ciencia, mientras que la familia proporcionaría lo que entiende, la
información y gestión de los medios económicos. Desde entonces,
como es bien conocido, la Fundación March está a la cabeza de las
actividades científicas y culturales en Europa y en la evolución cul-
tural de la sociedad española del recientemente finalizado siglo XX.
Otro de los temas por los que se interesaba Don Ángel era el
clima y la sostenibilidad del planeta. Me decía que algunos científi-
cos creen que el clima se está calentando, pero otros que se está
enfriando; y que la temperatura oscila de unos siglos a otros, pues
hacia el año 1200 d.C. la temperatura de la Tierra aumentó, y se
derritió parte del hielo ártico; y que hacia el 1800 la Tierra sufrió
una miniglaciación. Por otra parte era plenamente consciente del
deterioro alarmante de nuestro planeta, y me decía, como pregun-
tándose, si se llegaría a un estado de deterioro irreversible. Y seña-
laba: «el corregir las cosas desviadas está en manos de científicos,
políticos y de foros pluridisciplinares, que entiendan sobre el ecosis-
tema y los problemas ambientales».
Al aproximarse el verano, Don Ángel comentaba que se reunía
con su familia en Béjar. Lo consideraba el lugar de sus sueños, no
sin justificación, pues cuando visité esta ciudad por su funeral, me
evocó mis tránsitos de verano a través de Suiza, con mi familia hacia
Munich: un lugar de frescor, en contraste con la ardiente España. Y
como expresó lo que es su entorno, el poeta Gabriel y Galán, en una
de sus poesías, que me sorprendió agradablemente al verla plasmada
en una placa, en la Ermita del Castañar, que visité después de su
entierro, y al leerla se disipó mi profunda tristeza de haber perdido
al amigo entrañable, y que dice:
¡Ved la verde maravilla
de belleza y de frescura,
que puso Dios a la orilla
del desierto de Castilla
y del erial de Extremadura!
Es el arpa soberana
donde vibran los rumores
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