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GUSTAVO BARJA AN. R. ACAD. NAC. FARM.
estudiado, o la especie o cepa animal elegida (4). Otros autores pro-
pusieron sin embargo, basándose en algunos estudios comparados
iniciales, que los antioxidantes eran factores determinantes de la
longevidad (5). Esto se basaba en la observación de que algunos
antioxidantes como la actividad de la CuZnSOD (superóxido dismu-
tasa) correlacionaban positivamente con la longevidad máxima de
los mamíferos, aunque esto sólo ocurría después de dividir dicha
actividad por la tasa metabólica del animal (5). Puesto que los ani-
males comparados por estos autores tenían tamaños corporales muy
diferentes, y los animales grandes tienen tasas metabólicas específi-
cas menores que los pequeños, las correlaciones positivas observa-
das con la longevidad máxima se debían al menor consumo de oxí-
geno por unidad de masa de los animales longevos, no a que tuviesen
mas CuZnSOD. De hecho, el trabajo original mostraba la ausencia
de correlación entre la CuZnSOD y la longevidad máxima (5). Cuan-
do los niveles de los distintos tipos de antioxidantes tisulares se
relacionaron con la longevidad máxima sin realizar ningún tipo de
transformación matemática, de los doce trabajos publicados realiza-
dos en siete laboratorios diferentes diez mostraron que las enzimas
antioxidantes y los antioxidantes de bajo peso molecular correlacio-
nan de forma negativa con la longevidad máxima (6), mientras que
en los otros dos trabajos no se observó correlación (5, 7). Estas co-
rrelaciones negativas constituyen el indicio principal de que la inten-
sidad de generación de radicales libres en los tejidos in vivo tiene
que ser menor en las especies longevas que en las que muestran una
mayor velocidad de envejecimiento.
Es importante también considerar los estudios experimentales
acerca de los efectos sobre la longevidad de la manipulación de los
antioxidantes tisulares a lo largo de todo el ciclo vital de los anima-
les. De un total de dieciséis estudios de este tipo, realizados median-
te suplementación de antioxidantes en la dieta, inducción farmaco-
lógica, o con técnicas transgénicas, en cuatro estudios aumentó
ligeramente la longevidad máxima, mientras que en los doce restan-
tes dicha longevidad no se modificó (3). Esta tendencia general a
una ausencia de efecto de los antioxidantes sobre la velocidad del
envejecimiento es más evidente en los vertebrados, en los que de un
total de ocho estudios, sólo uno describió un aumento de un 12%
en la longevidad máxima de los ratones, mientras que en los otros
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