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MANUEL DOMÍNGUEZ CARMONA  AN. R. ACAD. NAC. FARM.

y efectividad con los acuerdos suscritos en el Protocolo de Kioto
durante la Tercera Conferencia de las Partes en 1997, cuyo objetivo
final fue reducir las emisiones globales de los gases más importantes
en un 5,2% durante el promedio 2008-2012, con relación a las emi-
siones de 1990.

    El riesgo del cambio climático emerge como una importante
amenaza que ya ha lanzado avisos con los recientes cambios climá-
ticos regionales que han influido en muchos sistemas físicos y bio-
lógicos, como han sido los aumentos de inundaciones y sequías y
otras catástrofes, algunos irreversibles. Por ello el Profesor Jiménez
se ha ocupado profundamente de este problema y sus soluciones a
través de la importante óptica de la química, e insistiendo en educar
a la población, que es simultáneamente víctima y agresor, y que
debe implicarse solidariamente para suprimir ese riesgo. Segundo
hizo suya la expresión de White, que parafraseamos así: «Si la Tierra
fuese un televisor, el capítulo del clima de su manual de instruccio-
nes debería subrayar que el mecanismo había sido ajustado en fábri-
ca para un funcionamiento óptimo, por lo que no se debe alterar los
mecanismos».

Personalidad

    Pero la figura del Doctor Jiménez, cuyas facetas académica y
docente estoy glosando, está encarnada en un hombre del cual no se
puede disociar. Segundo era perfeccionista en el sentido de que
quería ser cada vez mejor y que su quehacer lo fuera; con Unamuno
pensaba que «el que no siente ansias de ser más, llega a no ser
nada». Segundo sabía de lo que era capaz y aun más, quién era y
para qué estaba en el mundo. Él, como aconsejaba Justus von Lie-
big, en una carta dirigida a Charles Frederic Gerhard: «Apuntad a un
fin elevado y los honores llegarán sin que tenga uno que tomarse el
trabajo de buscarlos». Fray Luis de Granada dejó escrito: «Cuando
el apoyo es más graciable, tanto más deja al hombre obligado», pero
los premios recibidos por el Doctor Jiménez, entre los que resalto el
Primer Premio de Investigación Técnica sobre Medio Ambiente otor-
gado por el Ayuntamiento de Madrid en 1987, los honores y conde-
coración que recibió Segundo, no eran graciables, sino de justicia,

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