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VOL. 70 (4), 905-931, 2004  EJE CEREBRO-INTESTINAL: OREXINAS

    Las lesiones en el LHA producen un estado hipermetabólico y los
ratones que no expresan orexina (knockout), que son narcolépticos
e hipofágicos, no comen, pero tienen igual peso, debido a que pre-
sentan hipocatabolismo. Los mutantes obesos ob y db (1), que no
poseen leptina circulante biológicamente activa, tienen aumentados
orexigénicos como el neuropéptido. Y por ello son hiperfágicos, sin
embargo, tienen inhibidas las oreximas probablemente como conse-
cuencia de sus alteraciones metábolicas (10). Todo ello sugiere una
modulación recíproca entre las orexinas y el metabolismo todavía no
bien conocida.

    La hipoglucemia y la no existencia de alimento en el intestino,
estimulan poderosamente la secreción de orexinas en el hipotálamo
lateral (LHA) y ello ya sugiere que las orexinas están implicadas en
la apertura del apetito a corto plazo (35).

    La inyección de leptina bloquea la secreción de orexinas que
provoca la hipoglucemia (36), pero no totalmente como ocurre con
el NPY (3). Las causas que explican el no bloqueo total de las orexi-
nas por la leptina no se conocen aún bien.

    En el hipotálamo lateral existen aproximadamente un 25 por 100
de neuronas glucosensibles que se activan por la falta de gluco-
sa (37). Estas neuronas glucosensibles se excitan por la hipogluce-
mia que se produce al dar insulina, pero solamente si no se inyecta
la insulina paralelamente a la glucosa, mostrando que no es una
acción específica de la insulina sino de la hipoglucemia que produ-
ce (38). Curiosamente se ha visto que inyecciones de orexinas blo-
quean la respuesta a la glucosa de las células que responden a ella
en el hipotálamo ventromedial. Así que parece que las orexinas se
secretan por la hipoglucemia en el LHA y su secreción deprime a su
vez a las células que se excitan por la presencia de la glucosa en el
núcleo ventromedial, que es clásicamente llamado «centro de la
saciedad». Con ello las orexinas, a la vez que abren el apetito, ac-
tuando como orexigénicos, están bloqueando señales anorexigénicas
de saciedad en el cerebro, lo cual concuerda con el papel sugerido
para las orexinas de abrir el apetito a corto y rápido plazo (10).

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