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VOL. 68 (1), 2002  URBANISMO Y SALUD PÚBLICA

un sentimiento de adhesión a la Monarquía entre los vecinos de Madrid. De
ahí la posición central que ocupaba, evocando el lugar de los obeliscos
(símbolo del astro rey) en la spina de los circos romanos y, de acuerdo con la
concepción griega, en el ombligo (omphalos) del mundo. Así pues, a través
de las tres generaciones de dioses, que eran garantía de continuidad en el
tiempo (fig.4), se ofrecía en el Salón una lección sobre los principios
fundamentales del Mundo y de la Vida, se daba un sentido a la Historia
pasada, y se inculcaba en los súbditos una lección de la Historia presente del
Imperio Español, a cuya parte ultramarina Carlos III dio especial realce. El
resultado fue un espacio cuya forma y elementos integrantes simbolizaba un
cosmos ordenado y jerarquizado, y donde los miles de madrileños que por él
paseaban a diario podían encontrarse con la Filosofía y la Naturaleza, y
asumir la lección de Historia razonada sobre la que pretendía sustentarse la
Ilustración. De hecho el Rey, durante todo su reinado se mantuvo
convencido de que "la educación (...) es la instrucción sólida de mis súbditos
en todos los conocimientos humanos"73. La abundante vegetación, por su
parte, devolvía al Hombre a la Naturaleza y le reconciliaba con ella, de
acuerdo con los principios de la época.

                           Figura 4.- Genealogía de los dioses clásicos

          MDCXXLXXVII
  73 Información recogida en la Ynstrucción reservada para la Junta de Estado, que se había
creado el 8 de julio de 1787. Cita tomada de Pedro García-Barreno et alii, "Real Academia
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales", op.cit., p.247.

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