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ÁNGEL DEL VALLE NIETO ANAL. REAL ACAD. NAC. FARM.
VIII. El boticario. El mortero.
Se muestra aquí la desesperada relación de un boticario toledano y
las dueñas asiduas a su botica, así como la brillante aparición del morte-
ro en todas estas aventuras y sucesos.
Atrás queda la sabrosa plática que la Duquesa y sus doncellas pasa-
ron con Sancho Panza, el desencantamiento de la sin par Dulcinea y otros
admirables sucesos, hasta llegar a la jamás imaginada aventura de la Due-
ña Dolorida, alias de la Condesa Trifaldi, en el cual capítulo aparece por
primera vez, ¡perla del relato, lucero de la mañana, arco iris de las letras!,
la palabra boticario: porque yo he oído decir a un boticario toledano, que
hablaba como un silguero (19) que donde intervienen dueñas no podía
suceder cosa buena. ¡Válame Dios, y que mal estaba con ellas el tal boti-
cario! (P. II: Cap. XXXVII). Frases que Cervantes pone en boca de San-
cho, denostador de dueñas, y que rebate Don Quijote al responder a conti-
nuación que la dueña que viene a buscarme, no debe ser de aquellas que
el boticario tenía en su número.
Tres veces –y una más por boca de la Duquesa, cuatro- repite la pa-
labra boticario, soportador de dueñas, lo que nos hace pensar que ayer,
como hoy, la clientela de una botica era eminentemente femenina.
Lo que no encontramos por ninguna parte es la documentación pro-
fesional del dicho boticario para aclararnos si había establecido su botica
antes o después de la implantación de la Ordenación Farmacéutica exclu-
siva de su Comunidad. Nada, repetimos, hasta ahora se ha podido hallar en
los zocos rastreados ni en los cuidadísimos legajos conservados en el Ar-
chivo General Boticario del Reyno y Ciudad de Toledo.
No obstante, Boticaril opina, con las consabidas reservas, que debió
hacerlo antes, mientras se discutía el articulado de la Ley, basándose en la
lectura de un viejo romance dedicado a un anónimo boticario toledano
conservado, ¡oh, Fortuna!, en los subterráneos de la “Alcaicería” granadi-
na y que él mismo ha traducido a nuestra lengua. Dice así:
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