Page 54 - 66_04
P. 54
JUAN RAMÓN LACADENA ANAL. REAL ACAD. FARM.
2ª Arrojar sobre productores, distribuidores, científicos y autorida-
des políticas partidarios de la comercialización de los alimentos
transgénicos la sospecha de estar al servicio de las poderosas
compañías agroquímicas multinacionales, que no escatiman
medios ni influencias políticas o académicas para aumentar sus
beneficios y cuotas de mercado;
3ª Otorgar la mayor importancia a cualquier estudio que ponga de
manifiesto los posibles riesgos sanitarios o ecológicos de algún
OMG o semilla transgénica, incluso aunque no hayan sido
contrastados científicamente ni publicados (recuérdese el caso
del Dr. Pusztai del Instituto Rowett, Aberdeen, Escocia, y su
posiblemente mal interpretado experimento con ratas
alimentadas con patatas transgénicas);
4ª Aprovechar la creciente importancia de la educación para el
consumo para destacar el carácter autoritario y antidemocrático
de quienes no dan prioridad absoluta a los intereses de los
consumidores y constituirse así en interlocutores preferentes ante
las autoridades.
En este contexto, me parece importante hacer alusión al peligroso
papel que están jugando los medios de comunicación social como sustitutos
de las revistas científicas ya que en numerosas ocasiones los científicos
dejan filtrar o informan a la prensa de los resultados de sus investigaciones
y luego no es posible encontrar el hecho fehaciente de la publicación
científica seria que los avale, posiblemente porque nunca se sometieron o
no pudieron superar el juicio crítico del comité editorial de la revista
científica.
También habría que señalar aquí que el National Research Council de
la National Academy of Sciences de los Estados Unidos ha puesto de
manifiesto en un informe científico que las plantas transgénicas diseñadas
para resistencia a insectos no presentan riesgos especiales para la salud o el
medio ambiente (Nature, 404:693, 13 abril 2000), ratificando las
conclusiones de un informe previo de la US National Academy of Sciences
de 1987 sobre el impacto ambiental de los OMGs. Como decía su
Presidente, el Dr. Bruce Alberts, “es muy importante que la voz de la
ciencia sea oída con claridad”.
52