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El Palacio Anaya –expresión con la que habitualmente                                                                               ANALES
se conoce al neoclásico edificio del Colegio Mayor de San Barto-                                                                               RANF
lomé–, previas restauraciones y reformas de adaptación, transcu-
rrida una media docena de años, alojaría las Facultades de Ciencias                                                                                        www.analesranf.com
(Sección de Químicas) y Filosofía y Letras, como se indica a
continuación. Los antecedentes de la situación son, resumidamente,                     definitivamente abandonado. Los becarios, en los sucesivos, sal-
los siguientes:                                                                        vando el periodo de la contienda de 1936-39 e inmediatos siguien-
                                                                                       tes, percibirían su asignación en metálico.
        La primera de estas Facúltades había iniciado su débil an-
dadura en el venerable edificio de las Escuelas Menores, contiguo                              Don Genaro lograría no sólo la restauración de un edi-
al histórico de la Universidad, a mediados del siglo XIX, compar-                      ficio en lastimoso estado de conservación sino la mejor adaptación
tiendo aquellas escasas dependencias con el recién creado entonces                     posible a su uso para Facultades de características tan dispares como
Instituto de 2ª Enseñanza. Allí permanecieron ambas instituciones                      la de Ciencias (que ocupó las plantas inferiores), con exigencias pro-
hasta el curso de 1903-04, en que la Facultad de Ciencias se trasladó                  pias como las de los laboratorios, y la de Letras (a la que se destinó
al Colegio Mayor Fonseca, mientras el Instituto permaneció en su                       la zona alta). La instalación de Ciencias cumplió, dentro de sus li-
lugar de origen hasta que, en 1932, ocupó una parte del amplio                         mitaciones, con su cometido hasta mediados de la década de 1960,
edificio del Noviciado de los Jesuitas (expulsados éstos por la II Re-                 en que se trasladó al nuevo y funcional edificio de la plaza de la
pública), situado en las cercanías del paseo del Rollo.                                Merced, el cual ocuparía la mayor parte del terreno en que ante-
                                                                                       riormente estuvo el Colegio del Rey (desaparecido a consecuencia
        A su vez, la sede de la Facultad de Medicina también es-                       de la Guerra de la Independencia), cuyo espacio había sido conver-
tuvo vinculada al mismo Colegio Mayor, pero a su Hospedería (del                       tido después en el sobrio alojamiento de los Servicios de la Inten-
siglo XVIII, a diferencia del Colegio, que es del XVI). Este edificio ya               dencia Militar local.
había sido utilizado como hospital y hospicio desde el siglo XIX. En
paralelo con la Facultad de Ciencias, su instalación oficial allí tuvo                          De este modo, todo el edificio Anaya ha podido dedicarse,
lugar en el comienzo del curso 1903-04, cuando se reconoció a                          una vez adecuadamente adaptado, a la Facultad de Letras, además
ambas Facultades su rango de estatales.                                                del contiguo de la Hospedería (conocido como "Anayita"), que du-
                                                                                       rante muchos años fue la sede de la Normal de Maestros.
        Las estrecheces que afectaban principalmente a la Facul-
tad de Ciencias hicieron que su Junta de Facultad del 16-III-1927                              Respecto a los Colegios Mayores, se puede destacar lo si-
tratara de resolver la situación y propusiera como solución uno u                      guiente: En la díficil etapa de reconstrucción de un país que había
otro de las dos siguientes proyectos: La construcción de un pabellón                   quedado enormemente dañado por una guerra interna terminada
en el derruido Colegio de San Pelayo (los Verdes) [edificio que, re-                   en 1939, a la que en ese mismo año siguió una prolongada guerra
cientemente reconstruido, es ahora la sede de la Facultad de Geo-                      internacional (que impedía cualquier intento de obtención de ayuda
grafia e Historia]; y el otro, la instalación de los laboratorios de                   extranjera), un decreto del 19 de febrero de 1942 restablecía estas
Química en el Colegio Mayor de San Bartolomé cuando allí se cons-                      memorables instituciones.
truya la residencia de estudiantes. Recoge el acta académica: Se
mostraron conformes con el segundo. Se deduce, en todo caso, que                               En Salamanca se construyó un edificio nuevo, en la plaza
la idea de recuperar la vida de internado para los becarios univer-                    de Fray Luís de León, al que se dio el famoso nombre de Colegio
sitarios perduraba; pero tampoco entonces se materializó.                              Mayor de San Bartolomé. Hubo que prescindir de su antigua ubi-
                                                                                       cación en el Palacio de Anaya, por ser entonces la sede de las Fa-
        En la sesión del claustro del 19-II-1932, el Arquitecto de                     cultades de Ciencias y de Letras, según se ha indicado. Se aprovechó
la Universidad Don Genaro de No –hijo del mencionado Catedrá-                          para la nueva construcción el terreno donde existió la iglesia de la
tico Don Eduardo– presentó la memoria, presupuesto y planos de                         Magdalena, cercano al solar donde estuvo la Normal de Maestras
las obras acerca del edificio de Anaya, una vez que el claustro de-                    (que quedó destruida por un incendio en 1928).
cidiese si dicho edificio habría de destinarse a instalación de las Fa-
cultades de Ciencias y Letras o a residencia de estudiantes. Detalla                           Deseosos de garantizar el tradicional espíritu del esfuerzo
el acta académica: El Claustro acuerda: 1º Desistir de la implanta-                    y la austeridad como normas de comportamiento de los nuevos co-
ción de la Residencia de estudiantes en el antiguo Colegio de San                      legiales, los legisladores mantenían la existencia de becarios, como
Bartolomé y aprueba el traslado a dicho edificio de las Facultades                     en otros tiempos. Pero, a diferencia de las etapas anteriores, la ma-
de Ciencias y Letras. 2º Aprueba igualmente la totalidad del pre-                      yoría de los colegiales serían ahora residentes que abonarían una
supuesto leído. El asunto de la residencia para estudiantes quedó                      cuota adecuada, aunque inferior a la que se pagaría en un hotel
                                                                                       de características similares a las del colegio. Concretamente, en el
                                                                                       otoño de 1946 un concurso público anunciaba la posibilidad de so-
                                                                                       licitar dichas becas. (Como curiosidad, cabe recordar que, además
                                                                                       de becas, se concedieron entonces medias becas. Esto le sucedió a
                                                                                       quien suscribe y a un hermano, que obtuvieron sendas medias–
                                                                                       becas; renunciando voluntariamente el primero a la suya a favor
                                                                                       del segundo, quien así tuvo beca entera).

          Crisis of the Colleges of the University of Salamanca (XVIII–XX centuries).

430 Its link with the Diputación (XIX century)
          José Antonio Cabezas Fernández del Campo
          An. Real Acad. Farm. Vol. 87. Nº 4 (2021) · pp.415-431
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