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ANALES sin cuento, y no una confabulación urdida a tres mil leguas de nues-
tra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han cre-
RANF ído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras
fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que
www.analesranf.com vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, ami-
gos, el tamaño de nuestra soledad”.
(14), El otoño del patriarca (15), Crónica de una muerte anunciada
(16) y El general en su laberinto (17). En la mayoría de estas no- El autor nació en Aracataca -Colombia- en 1927. Allí pasa
velas no aparecen datos históricos ni referencias geográficas con- su infancia con sus abuelos, asistidos por dos indios guajiros en una
cretas, pero de su lectura se desprende que transcurren en el Caribe casa, “de bahareque y techos de palma amarga, con una salita am-
Colombiano durante el siglo XIX y primera mitad del XX. El criterio plia y bien iluminada, un comedor en forma de terraza con flores
para seleccionar estas novelas ha sido obtener una muestra repre- de colores alegres, dos dormitorios, un patio con un castaño gigan-
sentativa del autor, basada en su relación de novelas más vendidas tesco, un huerto bien plantado…” (2) (p. 41).
y leídas (18,19). Hemos incluido, permítannos la licencia”, la novela
El general en su laberinto, que en su día creó grandes disputas entre García Márquez era hijo de Gabriel Eligio, natural Carta-
historiadores colombianos y venezolanos, llegando a decirse que gena de Indias que se ganaba la vida con el oficio de telegrafista,
esta obra había sido escrita de una forma que satisficiera a Fidel después de dejar sus estudios de medicina y farmacia por falta de
Castro [20) recursos -durante el siglo XIX y primera mitad del XX, los estudios
de farmacia en Colombia estaban ligados - estaban ligados a los
3. RESULTADOS de medicina a los de medicina los dos o tres de los primeros años-
(23). A lo largo de su vida instaló cinco farmacias. Así cuenta el na-
3.1 Consideraciones biográficas sobre García Márquez rrador en su autobiografía (2) una de sus experiencias directas con
En una entrevista periodística realizada a García Márquez la farmacia:
en 1996, el escritor dice: “no hay una sola línea en mis libros que “La única prueba que me faltaba era viajar solo con mi
no surja de un hecho verdadero que conocí o que me contaron, o papá, y la tuve completa cuando me llevó a Barranquilla para que
que he vivido” (21), por ello hemos recurrido a su novela autobio- lo ayudara a instalar la farmacia…” (p.142).
gráfica Vivir para contarla (2) para poner en contexto los resultados
que aquí se recogen, y extraerle el mayor jugo posible. El padre más tarde obtuvo el título de médico homeópata,
con la advertencia de que no podía “tomar parte de operaciones
Debemos tener ante todo en cuenta que el autor escribe quirúrgicas ni tampoco se le permite ninguna actividad en el ejercicio
novelas, no tratados científicos, y en muchos casos, la narración de la alopatía” (5). Este método curativo aparece varias veces en
puede tener primeras y segundas derivadas, que son descubiertas Cien…: “El doctor Alirio Noguera había llegado a Macondo pocos
y discutidas por hermeneutas filólogos, políticos e historiadores. años antes con un botiquín de globulitos sin sabor y una divisa mé-
Nosotros intentaremos realizar algunas interpretaciones, sabiendo dica que no convenció a nadie: Un Clavo saca otro clavo“ (p.195-
que las narraciones están construidas bajo la clave de la corriente 196). De esta forma el autor pretende transmitirnos su falta de
del realismo mágico: donde la realidad y la ficción se compaginan creencia en esta manera de curar, que también puede deducirse del
de forma natural y se recurre a metáforas y a cargas de ironía -en siguiente párrafo autobiográfico (2):
este punto recomendamos la lectura de aceptación del Premio Nobel
en 1982, todo un alegato sobre la identidad de América Latina, no “Papá flotaba en un aire de buen humor, con el consulto-
exento de un espíritu reivindicativo en contra de la injusticia social rio repleto y la farmacia bien surtida, sobre todo los domingos en
(22). A continuación, se reproduce el siguiente párrafo de dicho dis- que llegaban los pacientes de los montes vecinos. No sé si supo
curso: nunca que aquella afluencia obedecía en efecto a su fama de buen
curador, aunque la gente del campo no se la atribuía a las virtudes
“No obstante, los progresos de la navegación que han re- homeopáticas de sus globulitos de azúcar y sus aguas prodigiosas,
ducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen sino a sus buenas artes de brujo” (Pág.179).
haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la
originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos Después de la muerte de sus abuelos la vida del escritor
niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles pasa por Barranquilla, Bogotá -donde comienza a trabajar de pe-
de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los eu- riodista-, Paris, España, Ciudad de Méjico…). Se casó con Mercedes
ropeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser Barcha, la Jirafa, la hija de un boticario de Sucre amigo de su padre,
también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en con- a la que se refiere así en Cien…:
diciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de
nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras
Farmacia y plantas medicinales en la literatura: 173
caso de García Márquez
Francisco José González Minero y Luis Bravo Díaz
An. Real Acad. Farm. Vol. 87. Nº 2 (2021) · pp. 171-184