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Excmo. Sr. Gaspar González González, perfil
académico y humano
Bartolomé Ribas Ozonas
Académico de Número de la Real Academia Nacional de Farmacia
Excmo. Sr. Presidente, Excmas. y Excmos. Sras. y Sres Académicos, Excma. Sra. Ana María Doncel Urrizburu viuda de
Gaspar González, querida familia de Don Gaspar, Sras. y Sres.
Tengo la gratitud de poder expresar estas palabras de excelencia académica, en homenaje del que fuera nuestro
compañero y amigo, el Académico Excmo. Sr. Gaspar González González. Y como coordinador agradecemos
profundamente la participación de su familia, presente en esta Sesión Necrológica.
Al farmacéutico y al médico nos concierne el ser humano en su plenitud y no solo lo que de el es accesible a la ciencia y
a la técnica. Parafraseando a filósofos modernos y de la antigüedad, podemos decir, como farmacéuticos y sanitarios que,
nada de lo humano nos es ajeno, y que la espiritualidad es lo que caracteriza a nuestra especie. Todo ser humano se afana
una y otra vez en superar las dimensiones del mundo en el que se encuentra, en trascender y en convertir la tristeza de la
pérdida de un ser entrañablemente querido en gozo y alegría. En palabras de Romano Guardini, filósofo de nuestra época, y
que mi esposa ha seguido sus lecciones de 1952 a 1957 en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, y como dato
histórico, que el Doctor Dieter Sattler, en aquel tiempo Secretario del Ministerio de Cultura de Baviera y amigo del
Presidente alemán Konrad Adenauer, crearon para Guardini una nueva Cátedra, llamada “Christliche W eltanschaung”
(Concepto cristiano del mundo), lo que permitió su traslado a la mencionada Universidad de Múnich. Decía Guardini, “Es
una característica esencial de la vida psíquica, el que el hombre una y otra vez, pueda superar el conjunto inmediato de su
existencia concreta (el dasein), …..”. No es posible renunciar a ese impulso espiritual, que consideramos divino, y que San
Agustín enumera: “faciste nos ad Te…..” (nos hiciste para Ti,…..) y a Él vamos y a Él ha vuelto nuestro querido amigo y
académico Gaspar, con gozo y alegría. Y aquí nos encontramos todos los presentes, para homenajear con alegría a Gaspar,
casualmente en este tiempo Pascual.
La fotografía que mostramos en pantalla, Gaspar está situado en segundo lugar por la izquierda de Su Majestad el Rey
Don Juan Carlos, que fue tomada en la Palacio de la Zarzuela, en el año 2003, durante la recepción por Su Majestad Don
Juan Carlos a los Académicos de Numero, de esta Real Academia Nacional de Farmacia. La siguiente fotografía en el
saludo con Su Majestad el Rey.
La propuesta de Académico, de Gaspar González, fue cumplimentada y presentada por los Académicos Excmos. Sres.
Ángel Vian Ortuño; Román de Vicente Jordana y Bernabé Sanz Pérez, con fecha del 14 de enero 1994 para cubrir la
vacante del Excmo. Sr. Felipe Ángel Calvo y Calvo, cuyo fallecimiento tuvo lugar el 26 noviembre de 1992.
El Académico Ángel Vián Ortuño cuando era Rector de la Complutense había reclamado a Gaspar para el cargo de
Vicerrector, precisamente para las tareas que tenía encomendadas el Académico Felipe A. Calvo y Calvo, a quien sustituyó
como Vicerrector, y después como Académico. Ángel Vian sabía bien que Gaspar era un trabajador nato, con empeño y
energía, y que podría ayudarle en la Universidad Complutense con responsabilidad y eficacia, y que si fuera admitido en
esta Academia, que desempeñaría su cargo con excelencia. Y lo manifiesta en sus primeras palabras en la recepción de
Gaspar como Académico: “Don Gaspar es un leonés recto, grande, talentudo, amable y bien intencionado, con tanta
curiosidad intelectual y, correlativamente, tanta vida interior que su atención salta a menudo de dentro a fuera de sí”.
Gaspar González era natural de San Adrián del Valle, de León, donde había nacido el 4 de enero de 1921; y falleció el
27 de octubre de 2012. Fue doctor en Veterinaria y profesor de Agricultura y Economía Agraria, de cuya vida científica y
docente universitaria ha dado justa información nuestro compañero Académico el Excmo. Sr. Albino García Sacristán que
se caracteriza por su, elocuencia, amistad y cariño.
Como decía Aristóteles: “más se estima lo que con más trabajo se gana” y así lo demostró Gaspar en sus puestos de
trabajo. Ganó la plaza de Académico como otros objetivos anteriores propuestos, con firmeza e ilusión, con pulso firme y
optimismo, y la desempeñó con rectitud, energía y excelencia.
Fue elegido Académico el 17 de marzo de 1994 por la Junta General de la Corporación para ocupar la Medalla Nº 36 de
Ciencias Afines; y tomó posesión en esta Real Academia el jueves 16 de marzo de 1995. Su discurso de ingreso tuvo por
título: A nimales superiores y bienestar humano: ¿estamos legitimados para seguir usándolos?. Y al final de su discurso,
Don Gaspar terminó con la frase: “He aquí, como colofón, la respuesta que me atrevo a aventurar: Sirvámonos de los
animales, pero con la dignidad que confiere el habernos sido creados personas”.
@Real Academia Nacional de Farmacia. Spain 189