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Retroceso
en
el
tiempo:
la
investigación
biomédica
en
España…
Que
nada
es
inexorable.
Otro
futuro
es
factible
¿Por
qué?
Pues
porque
podemos
superar
las
líneas
de
lo
posible.
Quiero
expresar
mi
gratitud
a
los
patrocinadores
de
esta
obra
y
el
más
sincero
reconocimiento
a
la
Real
Academia
de
Farmacia
que,
una
vez
más,
con
este
tipo
de
publicaciones
no
solamente
favorece
la
relación
de
muchas
personas
con
la
Academia
sino,
además,
contribuye
al
conocimiento
científico
y
a
la
divulgación,
lo
cual,
a
su
vez,
es
muy
importante
para
la
propia
Academia.
Ahora
estamos
en
la
época
de
lo
virtual,
pero
a
mi
me
gustan
los
libros:
como
anticipó
Poncio
Pilatos,
“scripsi,
scripsi”,
lo
escrito,
escrito
y
todo
ésto
está
escrito
y
está
para
leer
y
guardar
después
en
los
anaqueles
para,
de
vez
en
cuando,
revisarlo
y
recordar…
Me
preocupa
que
los
investigadores
encuentren
demasiado
rápidamente
aquello
que
les
interesa.
Internet
es
rápido
y
efectivo…
pero
no
muestra,
como
cuando
nosotros
“hacíamos
bibliografía”,
un
“gran
espacio”
cuyas
referencias
pueden
iluminar
la
información
concreta
para
ofrecer
nuevas
ideas.
Agradecimientos
A
todos
los
participantes,
patrocinadores,
editora…
quiero
expresarles
mi
gratitud.
“Retroceso
en
el
tiempo”,
en
la
postguerra
civil,
una
postguerra
en
la
que
algunos
hemos
vivido
momentos
muy
amargos
pero,
precisamente
por
eso,
esta
obra
puede
tener
no
sólo
una
función
retrospectiva
sino
prospectiva.
Aquel
tiempo
tan
difícil
fue
también
escenario
de
labor
denodada,
imaginativa.
Por
estas
razones,
me
gusta
que
figure
como
subtitulo
“lectura
para
el
futuro”.
Tiene,
también,
ya
lo
he
indicado,
una
función
aleccionadora
para
saber
discernir
lo
que
tenemos
que
conservar
y
lo
que
tenemos
que
cambiar.
He
mencionado
muchas
veces
una
Conferencia
de
la
Sociedad
de
Físicos
de
EEUU
celebrada
en
el
año
1999
en
Atlanta.
Como
Director
General
de
la
Unesco
iba
a
dar
una
conferencia
y
el
que
me
presentaba,
el
Prof.
Jensen,
puso
sólo
una
diapositiva
que
contenía
una
sola
palabra:
“inercia”.
“Este
es
nuestro
gran
enemigo,
exclamó,
pensar
siempre
que
cualquier
cosa
que
cambiemos
empeorará
la
situación”.
En
el
laboratorio
del
Prof.
Hans
Krebs
estaba
trabajando
tarde
un
viernes.
El
Profesor
vino
a
verme
y
me
preguntó
qué
hacía
allí
a
deshora.
Le
contesté:
“Es
que
en
Granada
no
tengo
estos
aparatos”.
Me
respondió:
“A
partir
de
ahora
los
viernes
tampoco
trabajará
usted”.
Pensé
que
me
castigaba,
pero
él
me
dijo:
“Lo
que
es
preciso
es
que
se
reflexione
más;
los
datos
son
muy
importantes
en
la
medida
en
que
los
enfoquemos
y
los
miremos
desde
distintos
ángulos”.
Y
añadió:
“No
olvide
que
investigar
es
ver
lo
que
otros
también
pueden
ver
y
pensar
lo
que
nadie
ha
pensado”.
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