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VOL. 75 (4), 923-96, 2009 LAS FARMACOPEAS DE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS...
tria química y farmacéutica que en estos años tuvieron un florecien-
te desarrollo. Aspecto que trajo aparejada una mayor influencia de
la USP en este código nacional. Para entender mejor esta situación,
a continuación se transcribe un párrafo contenido en el Prólogo de
la Farmacopea Nacional de México:
Debe aclararse que las drogas rechazadas de la Farmacopea
Nacional de 1930 y muchas otras de gran consumo en la Re-
pública, pero que igualmente tienen una acción muy secun-
daria en comparación con las sustancias que aparecen en esta
edición, podrán seguirse utilizando por los médicos que tengan
costumbre inveterada de prescribirlas. Esta Secretaría fijará las
exigencias oficiales que deban satisfacer tales sustancias sobre
constantes físicas y químicas, límites de pureza y la manera de
cuantificar sus principios activos o su acción farmacodiná-
mica en un libro que se editará en los próximos años. La labor
de la Comisión, en los aspectos anteriormente expuestos, fue
grandemente orientada por la benevolencia del Comité Direc-
tivo de la Farmacopea Americana, el que atendió nuestra soli-
citud de «patrones» por intermedio de la Oficina Sanitaria Pa-
namericana y nos autorizó el empleo de la Farmacopea de los
Estados Unidos de Norteamérica (USP), en sus ediciones XII,
XIII y XIV (25).
Así, a partir de 1930 se fue haciendo más fuerte la presencia de
la USP en la Farmacopea mexicana y se inicia el decremento de las
plantas medicinales en sus páginas, tal como se puede observar en
el Gráfico 1. Es evidente que de 1846 a 1925 hubo un aumento en las
plantas con actividad terapéutica incluidas en las diferentes ediciones
de la Farmacopea; mientras que a partir de 1930 y hasta 1994, la con-
siderable diversidad biológica de la flora local y su reconocida utili-
dad terapéutica, sobre todo en el ámbito popular, no se encontraron
reflejadas en la Farmacopea de México (26).
Así, la exclusión progresiva de los productos naturales es una
constante en las farmacopeas publicadas por el Estado hasta 1994,
a pesar de que en México están en uso a nivel popular, más de seis
mil plantas medicinales y que la tendencia general es a reconocerlas
como fuentes terapéuticas valiosas (27).
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