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VOL. 75 (2), 315-323, 2009  NECROLÓGICA DON MANUEL REOL TEJADA

Director de la Academia, cargo traspasado a Presidente por los Esta-
tutos de 2002 y que ejerce hasta el 19 de enero de 2007, por cese re-
glamentario. Se convierte así en el primer Presidente de la recién de-
nominada Real Academia Nacional de Farmacia, siendo junto al
Doctor Zúñiga, los dos únicos Presidentes de esta Academia hasta esa
fecha, desde que en 1932 se constituye la Academia Nacional de Far-
macia a partir del Real Colegio de Farmacéuticos.

    La época en la que dirige y después preside a esta Corporación,
es sin duda, una de las más brillantes, si no la más, de nuestro largo
recorrido temporal, especialmente en su trascendencia social.

    Soy afortunado por haber compartido con él su trabajo y obliga-
do en espíritu por sus enseñanzas, desde los cargos de Bibliotecario
y Secretario de esta Academia. Desde esa breve, pero intensa rela-
ción académica, surgió una gran amistad. «Amistades que son cier-
tas nadie las puede turbar», decía Miguel de Cervantes.

    Presidió con éxito los destinos de nuestra Institución, mandando
sin decretar y por ello sin molestar y es que: «El éxito debe medirse
no por la posición a que una persona ha llegado, sino por su esfuer-
zo en triunfar» (Booker T. Washington).

    Durante su mandato se va a ejecutar la más ambiciosa remodela-
ción interior de nuestra Sede; se potenciarán enormemente las sesio-
nes científicas y las publicaciones, bien en forma de monografías o
con la creación de la colección denominada «Lecturas Singulares», sin
olvidar la gran obra del Diccionario Terminológico de las ciencias
farmacéuticas. Se desarrollarán homenajes a científicos farmacéuti-
cos, recuperando su memoria histórica; se dará un nuevo contenido a
la Fundación José Casares Gil. Nacerán unos nuevos Estatutos; se
creará la Comisión de Informática y Comunicación, que promoverá de
manera definitiva la entrada de esta Academia en la sociedad de la
información. Impulsará la creación de la Asociación Iberoamericana
de Academias de Farmacia, con la celebración del II Encuentro y la
firma de la «Declaración de Madrid», y se amplía el horario de aper-
tura de nuestra Sede, estableciéndose turnos de mañana y tarde para
dar un mejor servicio a la sociedad, lo que fue su gran preocupación.

    Don Juan Manuel Reol escribía en La Real Academia Nacional de
Farmacia: misión y objetivos. Una reflexión general sobre las Acade-

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