Page 125 - 75_01
P. 125
FRANCISCO JAVIER PUERTO SARMIENTO AN. R. ACAD. NAC. FARM.
LA CARRERA CIENTÍFICA DE DON ANTONIO DOADRIO
Los años de formación
Licenciado y doctor en farmacia, con premio extraordinario en am-
bos grados, fue también licenciado en ciencias químicas. Con ello se
cumple en su persona esa tradición de intercambio científico entre la
profesión que fue tronco original de su institucionalización y la rama
dedicada más al conocimiento científico puro.
Acabó su carrera en el curso de 1939-40, es decir en uno de los peo-
res momentos, por no decir el peor, de la vida científica en España. Se
encontró con una nación en plena posguerra, con la universidad desmo-
chada por el exilio forzado de muchos profesores –varios de ellos quími-
cos y farmacéuticos-, sin posibilidad de formarse en el extranjero, debi-
do a la autarquía impuesta por la guerra mundial y la política interna, y
con el deber, luego logrado con esfuerzo y brillantez, de devolver la cien-
cia al nivel conseguido durante los años anteriores a la Guerra Civil.
Dentro de la tragedia tuvo la suerte y la habilidad de ponerse en
la estela del profesor Ricardo Montequi, a quien acompañó durante
prácticamente toda su andadura como catedrático de química inor-
gánica en Madrid y con quien redactó más de treinta publicaciones.
Para Montequi, el trabajo universitario se reducía a unas ideas cla-
ras y elementales. Primero experimentar, experimentar a toda costa y te-
ner opinión directa del mayor número posible de hechos. Después con-
siderar la investigación como tarea obligatoria del Profesor universitario,
sin la cual nunca podría llegar a ser buen maestro (9). Como vemos,
estaba en una excelente corriente intelectual.
No sólo eso, también supo entrar, aunque fuera desde la lejanía,
en contacto con la escuela de Moles. Durante el curso 1943-44 se ads-
cribió a la cátedra del Profesor Sellés como becario del CSIC. El pro-
fesor de Farmacia Galénica había realizado su tesis doctoral, dirigida
por Enrique Moles, sobre un tema de química inorgánica (10). Allí,
además de entrar en contacto con otros químicos, como Enrique
Gutiérrez Ríos, seguramente se planteó la necesidad de hacer de la
química inorgánica un instrumento al servicio de la preparación y el
estudio de los medicamentos, lo cual llevaría brillantemente a efecto
a lo largo de su carrera académica.
130