Page 72 - 74_01
P. 72
JUAN-RAMÓN LACADENA CALERO AN. R. ACAD. NAC. FARM.
piel. Es un paso adelante esperanzador en la posible utilización de
células iPS en la terapia celular del futuro.
Pensando en una futura aplicación clínica de estas técnicas hay
que señalar dos inconvenientes: en primer lugar, la utilización de un
retrovirus como vector para introducir los genes reguladores que
reprograman las células somáticas y, en segundo lugar, en el caso de
Yamanaka, la utilización del proto-oncogén c-myc, lo cual puede
suponer un obstáculo para lograr la autorización para llevar a cabo
la investigación clínica. De hecho, un 20% de los ratones implanta-
dos con células iPS desarrollaron teratomas cancerosos.
La publicación de estas investigaciones oscurece en alguna medi-
da la que una semana antes (el 14 de noviembre de 2007) habían
hecho público Mitalipov y colaboradores, del Oregon National Pri-
mate Research Center, en la revista Nature online (26), quienes ob-
tuvieron dos líneas celulares troncales embrionarias de un primate
no humano (un macho adulto de nueve años de macaco rhesus,
Macaca mulata) mediante la técnica de transferencia nuclear de
células somáticas (SCNT). En principio lograron la formación de
35 blastocistos clónicos a partir de 213 transferencias nucleares (un
16% de éxito), obteniendo finalmente dos líneas celulares troncales
embrionarias a partir de 304 ovocitos procedentes de 14 hembras.
Este intento de abrir las puertas a la clonación terapéutica humana
puede que resulte innecesario si llega a hacerse una realidad clínica
la reprogramación de células somáticas adultas utilizando técnicas
semejantes a las de Yamanaka y Thomson. En este contexto cabe
señalar que Ian Wilmut, de la Universidad de Edimburgo y padre
científico de la oveja Dolly, ya ha anunciado que abandona la inves-
tigación en clonación terapéutica humana para pasarse a la utiliza-
ción de la técnica de reprogramación de Yamanaka. También José B.
Cibelli, uno de los pioneros de la clonación humana (27, 28) (Cibelli
et al., 2001, 2002), se ha manifestado a favor de la nueva técnica de
reprogramación mientras que, por ejemplo en España, otros cien-
tíficos siguen agarrándose a la investigación con células troncales
embrionarias como a un clavo ardiendo.
Uno de los problemas bioéticos que actualmente vivimos es el
que contrapone al imperativo categórico kantiano con el imperativo
tecnológico: «como se puede hacer, hay que hacerlo». Como decía
76