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VOL. 72 (2), 301-315, 2006  GRIPE AVIAR: SITUACIÓN ACTUAL

nalidad de lograr un efecto terapéutico, han resultado poco prácticos,
hasta la fecha; pero esto no significa que carezcan de interés en el fu-
turo. Por ello, siguen realizándose estudios experimentales (7).

    En todo caso, sí han sido muy importantes para conocer las pe-
culiaridades de la compleja etapa de la fijación del virus a la célula
hospedadora, seguida de su penetración en la misma. Estas peculia-
ridades se manifiestan de modo diferente en mamíferos y en aves, e
incluso dentro de cada uno de estos grupos según sean unas u otras
especies.

    Concretamente, los virus de influenza aviar se unen de modo
preferente (aunque no exclusivo) con los receptores celulares cons-
tituidos por glicoconjugados cuyo resto terminal es el ácido N-ace-
tilneuramínico enlazado con galactosa mediante unión a 2, 3, mien-
tras los virus de la gripe humana lo hacen preferentemente con el
ácido N-acetilneuramínico enlazado a la galactosa por unión a 2, 6.
En realidad, la especificidad es aún más estricta, pues en algunas
especies de aves se ha detectado que tal preferencia de fijación por
dichos virus afecta también a la índole de los otros componentes
glicánicos contiguos a la galactosa (fucosa, monosacáridos sulfata-
dos, etc.) (2), y al tipo de ácido siálico, ya que no es igual para el
ácido N-acetilneuramínico que para el N-glicolilneuramínico (8).
Tampoco hay que olvidar que estos virus aviares son esencialmente,
aunque no únicamente, enterotropos, mientras que los de mamíferos
lo son neumotropos; y que la temperatura media corporal de mu-
chas aves excede en varios grados a la de los mamíferos. Ambos
aspectos se manifiestan en diferencias funcionales de los virus.

    Por tanto, la selectividad en la etapa inicial de fijación del virus,
previa a su penetración en la célula hospedadora, constituye una
barrera entre especies; cuyo salto, no obstante, puede producirse y
de hecho se ha comprobado que ocurre.

    También hay que tomar en consideración el hecho de que cada
uno de los monómeros que integran el trímero que constituye la
molécula de la hemaglutinina se halla formado por dos subunidades
debilmente unidas entre sí: la HA1 (donde se halla la pequeña oque-
dad que constituye el sitio receptor del ácido N-acetilneuramíni-
co) y la HA2 (que contiene el péptido de fusión encargado de la
unión de las superficies vírica y celular, y es rico en aminoácidos

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