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JOSÉ RAMÓN ALONSO AN. R. ACAD. NAC. FARM.
sable sanitario en el Cuerpo expedicionario norteamericano (Nava-
rro, 2002)
De este modo, la Historia hubiese podido ser otra, en práctica-
mente cualquier época. El fallecimiento prematuro de gobernantes,
artistas, científicos o unas vidas atenazadas por la enfermedad cam-
bió y cercenó el desarrollo de la Humanidad. El enorme coste social
y económico de las epidemias y enfermedades ha sido responsable
de muchos de los retrocesos y estancamientos en el progreso de las
naciones y lo sigue siendo en muchos países del Tercer Mundo.
LA INVESTIGACIÓN BIOLÓGICA
Y EL PROGRESO DE LA SALUD
La investigación ha permitido el desarrollo de estrategias tera-
péuticas, de herramientas, tratamientos y fármacos para la preven-
ción y la lucha contra la enfermedad. Desde 1900, la esperanza de
vida media en los países desarrollados ha pasado, de media, de cua-
renta y cinco años a setenta, un dato que es aún más llamativo si lo
referimos exclusivamente a nuestro país: la esperanza de vida pasó
de los treinta y cinco años en 1900, cincuenta años en 1940, sesenta
y ocho en 1957 y, al día de hoy, es cercana a los ochenta años. Nadie
sensato niega que ello ha sido en gran parte debido a los avances
científicos y sanitarios conseguidos tras la experimentación bio-
médica.
La mortalidad infantil de menores de un año que a comienzos del
siglo XX alcanzaba a doscientos niños de cada mil nacidos vivos, pasó
a 53 en 1957, a 16 en 1972 y se ha reducido en la actualidad a cuatro
y algunos de ellos son niños prematuros que pesan menos de dos ki-
logramos al nacer. Podemos recordar también enfermedades concre-
tas. Desde principios del siglo xx, desparecieron de nuestro país la
peste bubónica o levantina, la fiebre amarilla y el cólera, salvo dos
brotes (Vendrell en 1911 y Cuenca del Jalón en 1971). Se ha consegui-
do la erradicación de la viruela en 1950, del tifus exantemático y el
paludismo en 1958, la rabia en 1960, la difteria en 1975, el tracoma
en 1976, la poliomielitis en 1982, el sarampión en 1988... Están total-
mente controlados el tétanos, la tos ferina, la rubéola, la parotiditis,
la septicemia puerperal, la fiebre tifoidea y la triquinosis.
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