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VOL. 71 (1), 45-82, 2005 VÍA DE LA UBIQUITINA-PROTEOSOMA
su vez, regulaba otra función. Esto es lo que ocurre con un factor de
transcripción necesario para la expresión de un gen particular. Ade-
más, esta forma de control es muy efectiva, ya que la eliminación de
una proteína reguladora asegura que el proceso regulador efectuado
por esa proteína se ha desconectado. En este contexto, una estrate-
gia alternativa es simplemente inactivar las proteínas no deseadas,
cambiando su conformación.
La simple hidrólisis del enlace peptídico de las proteínas no ne-
cesita energía, sin embargo, la ubiquitina funciona de manera de-
pendiente del ATP. La razón es que para degradar determinadas
proteínas, éstas tienen que ser ubiquitinadas o específicamente
marcadas para ser reconocidas por la maquinaria que va a realizar
la degradación. La ubiquitina no degrada proteínas, su misión es
etiquetarlas para la degradación que va a ser efectuada por el pro-
teosoma 26S.
Conjugación de la ubiquitina
El proceso de conjugación de la ubiquitina, demostrado por
Avram Hershko, es reminiscencia de la activación de los aminoáci-
dos y ocurre en tres etapas: 1) En una reacción dependiente de ATP,
el carboxilo terminal de la ubiquitina se conjuga mediante un enlace
tioéster con el enzima activador de la ubiquitina E1. 2) La ubiquitina
se transfiere a un grupo SH del enzima conjugador, transportador
de ubiquitinas (E2). 3) La ubiquitina ligasa E3 transfiere la ubiqui-
tina activada en E2 a un grupo e amino de una lisina de una proteí-
na sustrato formando un enlace isopeptídico. Al parecer E3 es clave
en la selección de la proteína a degradar.
El enlace covalente entre la ubiquitina y el sustrato proteico re-
quiere la activación del grupo carboxilo terminal de la ubiquitina. En
esta reacción, la ubiquitina se une al enzima activador de la ubiquiti-
na (ubiquitin activating enzyme) E1, mediante un enlace tioéster de
alta energía, entre el carboxilo terminal del residuo de glicocola y el
residuo de cisteína del sitio activo del enzima E1 (E1-S-Ub). En esta
reacción el enzima E1 hidroliza el ATP a AMP y PPi, con la interme-
diaria formación de un E1- ubiquitin adenilato (Figura 2). La ubiqui-
tina así activada se transfiere entonces desde el enzima E1 a un miem-
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