Page 23 - 69_04
P. 23
Liebig: un hito en la Agronomía del siglo XIX
GASPAR GONZÁLEZ GONZÁLEZ
Académico de Número de la Real Academia Nacional de Farmacia
1. INTRODUCCIÓN
Ante la deferente invitación de la Junta Rectora de esta Real
Academia a participar en este acto, conocedor de las contribuciones de los
académicos Dras. Francés y Avendaño y Drs. Jiménez y Sanz, sobre aspectos
tan concretos de la actividad creadora de Justus von Liebig como la docencia,
la química orgánica, la nutrición y la integración de conocimientos en
química, y a las que sin duda harán brillantes aportaciones, pensé que bien
podía ocuparme de las realizadas por el mismo a la agronomía, bien sabedor,
– por lo que a continuación diré– de que no se puede tratar esta tecnología sin
hacer inmediatamente mención a la química con que a veces –erróneamente–
se identifica, y en la que Liebig basó sus aportaciones.
He de especificar, asimismo, que al distinguirlo como “hito de la
agronomía” he querido destacar su faceta más trascendente: la de haber dado
contenido real a este término, concretando las leyes que rigen la agricultura.
Porque de hecho las palabras “agronomía” y “agrónomo” ya venían siendo
utilizadas por tratadistas españoles, con el significado general de agricultura:
por ejemplo “… conocimientos necesarios para gobernar haciendas de
campo” (Charro Lorenzana, 1871) o para “divulgar los conocimientos
agrarios entre los agricultores” (Hidalgo de Tablada, 1851). Con esto
pretendo, asimismo, justificar la cita de Poincaré que encabeza mi
intervención, porque últimamente se ha tendido y se sigue tendiendo a tratar
la agronomía como una ciencia aplicada, cuando en realidad, se trata de una
de las múltiples aplicaciones de la Ciencia como paladinamente la define la
RAE “Conjunto de conocimientos aplicables al cultivo de la tierra, derivados
de las ciencias exactas, físicas y económicas”. Así pues, la agronomía no es
una ciencia aplicada, ni siquiera una “ciencia de síntesis”. Es, una tecnología,