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S. JIMÉNEZ ANAL. REAL ACAD. NAL. FARM.
indispensable que todas las sustancias accesibles........se examinasen y
observasen.” Es decir, sigue Liebig, que “la fuerza de la opinión no pudo ser
aniquilada hasta que la ciencia no hubo alcanzado un determinado nivel de
desarrollo”.
En estas frases reconoce Liebig dos cosas: el valor de la imaginación
en el quehacer científico y la necesidad de validar con garantía los resultados;
ambos indispensables en la búsqueda del conocimiento. Pero con ellas viene
a confirmar también el difundido criterio de que el cúmulo de conocimientos
aportados a lo largo del siglo a la Química Mineral, es decir, Inorgánica,
parecían haber hecho de ésta una Ciencia terminada, con lo que se estaban
poniendo fronteras al campo. Sin embargo, Liebig era consciente de las
limitaciones de la alquimia, al decir de ella que “era sólo la débil aurora de
una idea”.
En otro momento, ya bien afianzada la Química como Ciencia,
Liebig llega a decir que si “¿no es acaso esta Ciencia (la Química) la propia
piedra filosofal capaz de transformar los ingredientes de la corteza terrestre
en productos útiles que a su vez el comercio convierte en oro? ¿Es que el
conocimiento no es acaso la piedra filosofal que nos ofrece descubrir las
leyes de la vida y que, felizmente, nos entrega los medios de prolongarla y de
curar las enfermedades? “.
La idea de ciencia acabada perduró mucho tiempo, pues Berthelot
(1827-1907), ya bien avanzado el siglo, se atrevía a decir que “nada queda
por descubrir en Química”. Yo me pregunto ¿cuál sería hoy su asombro, y el
de sus contemporáneos, ante la magnitud de los conocimientos de la
Química inorgánico, ante los materiales avanzados y los productos obtenidos
bajo presión, los super-conductores y semi conductores, los derivados de
tierras raras, los organometálicos, los múltiples tipos de catalizadores y tantos
otros que harían interminable esta enumeración? .
Posiblemente, este criterio fue determinante para la expansión de la
Química Orgánica, que encontró en Liebig uno de sus principales fundadores.
Sin embargo, la Química Agrícola, se inicia en buena parte en el ámbito de la
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