Page 103 - 67_04
P. 103

VOL. 67 (4) 2001  D. JOAQUÍN CUSÍ FURTUNET

pasar confortablemente mis pequeñas vacaciones. Así fue como visité
parte del Pirineo Francés y de los Alpes Suizos”.

9.- LA MODERNA FARMACIA CUSÍ. No le fue fácil encontrar un
local adecuado para instalar su oficina de farmacia en Figueres, y se pien-
sa que algunos de sus buenos amigos, entre los cuales se contaba la fami-
lia Pichot, le ayudaron a descubrirlo y a decidirse a iniciar su nuevo pro-
yecto. Eligió el sitio de su establecimiento en un barrio algo alejado del
centro, en la calle Ample, nº 11, con el propósito de estar separado de las
demás oficinas de farmacia, y de no alterar la lealtad de las clientelas
habituales de sus seis colegas ya establecidos. Ciertamente, el lugar no era
el más adecuado para la instalación de una nueva oficina de farmacia,
pero don Joaquín también pensaría que era mejor huir un poco del torbe-
llino y del ruido del centro de la ciudad.

         Como se puede apreciar en la fotografía que se muestra, la farma-
cia daba la impresión de sencillez, unida a la de buen gusto para aquellos
tiempos. Ostentaba vistosamente el nombre de “Moderna Farmacia Cusí”,
y se inauguró el día 2 de agosto de 1902, coincidiendo ex-profeso con la
onomástica de su hermana, a la que siempre profesó un acendrado cariño,
y contando con la valiosa ayuda de su padre y de su hermano Carlos.

        Una vez establecida en un edificio de su propiedad, según figura
en el alta de contribución industrial del Ayuntamiento, la preocupación
más importante e inquietud de Don Joaquín, así como la de su hermano
don Carlos, consistía en acreditarse Desde su apertura la Moderna Far-
macia Cusí, instauró el servicio de dispensación permanente.

        Muchos de sus compañeros de carrera, se habían establecido ya en
Barcelona, y algunos se extrañaron de que don Joaquín se quedara en Fi-
gueres para consolidar su futuro.

        La dotación comprendía una máquina registradora que daba el
"ticket" del importe de lo dispensado, una báscula para pesar bebés y otra
para adultos, que estaban a la disposición del público de forma gratuita, y
además, disponía de secciones de óptica, higiene, veterinaria, ortopedia,
herboristería, etc. Evidentemente, poseía los aparatos y la maquinaria que
eran necesarios para preparar, en condiciones de buena calidad, las poma-
das que muchos de los médicos más prestigiosos recetaban. Entre los

                                                                                       11
   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108