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VOL. 66, (1) 2000 NECROLOGÍA
había quedado sin rumbo investigador en un ambiente político-académico
poco favorable, sin recursos económicos y con el deseo de construir su
propia familia. En esta circunstancia D. Ángel fue uno de aquellos valientes
que decidieron trabajar por y para los españoles en España, sin buscar ni
exilios políticos, ahora bien pagados, ni emigraciones lastimeras con
pérdidas de nacionalidad. Trabajó como lo que era, como químico en la
Industria: en Morata de Jalón fue subdirector de la fábrica de Cementos
Portland (1940-1942); después, jefe de laboratorio y director técnico en la
Fabricación y destilación de productos químicos y farmacéuticos; director
técnico del consorcio Químico Metalúrgico; jefe de laboratorio de
lubrificantes del Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica, por oposición; y
también ganó por oposición, en 1946, plaza de químico para la Empresa
Nacional Calvo Sotelo, aunque quedó como supernumerario manteniendo
su trabajo en el INTA.
Pero esta actividad industrial no le hizo olvidar su vocación
académica. En 1942 defendió su tesis para el doctorado en Ciencias
Químicas; “contribución al problema de la dosificación de crudos de
cemento Portland”; con la que obtuvo su máxima calificación y los dos
primeros premios, en años consecutivos, de la Agrupación de Fabricantes de
Cemento; y, en 1946, rubricó sus estudios con la primera promoción del
doctorado español en Química Industrial defendiendo la tesis titulada “La
obtención de lubricantes espesos por voltolisis”, con la que, además ganó el
premio Juan de la Cierva.
Como habrán observado, las dos tesis fueron elaboradas sobre temas
que, en cada tiempo, era materia habitual de trabajo en la ocupación de
Vian. Latía encubierta su ambición universitaria y sus temas de trabajo se
iban configurando para construir y dar contenido al Concepto, Método,
Fuentes y Programas de la Química Técnica y de la Química Industrial,
Economía y Proyectos de las enseñanzas universitarias.
Porque también, igual que es doblemente doctor, es doblemente
catedrático. El camino no fue fácil. Fue catedrático de Universidad porque
el sistema de provisión de plazas de entonces era público en su desarrollo y
exhaustivo en los seis ejercicios reglamentarios. Así pudo demostrar su
formación, su experiencia, su iniciativa, sus inquietudes tecnológicas y algo
consustancial con naturaleza –mantenido hasta los últimos instantes de su
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