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Sesiónes Necrológicas

Numerosos han sido los honores y distincines     Sus familiares y sus hijos deben estar orgullo-
que obtuvo merecidamente David. Alguno de        sos de su sabiduría.
ellos tan precozmente (en 1952) como la Cruz
al Mérito Militar de Primera Clase. En 1974 re-  D. David se hacía querer con su presencia.
cibió la Encomienda de la Orden Civil de Sani-
dad.                                             Mereció la pena entrar en la Academia, sola-
En resumen: la vida de David ha sido un ejem-    mente, por encontrar una personalidad tan
plo de delicadeza y generosidad que, emanadas    poco común, pero con tantos matices y tan
de su profunda religiosidad, compartió con su    ricos.
esposa, hijos, amigos (como quien suscribe) y
colegas académicos.                              Encontrar su caballerosidad a raudales.

D. DAVID MARTÍN HERNÁNDEZ                        Estoy segura de que muchos, muchos te querí-
ALGUIEN REMARCABLE,                              amos.
ALGUIEN CON AURA
Ana María Pascual-Leone Pascual                  D. DAVID MARTÍN HERNÁN-
                                                 DEZ, EL CIENTÍFICO
D. David Martin era una persona insustituible:   César Nombela Cano
Su saber estar.
Su inteligencia.                                 Excelentísimo Sr. Presidente, excelentísimos se-
Sus opiniones científicas.                       ñoras y señores académicos, familiares del Dr.
Su prudente silencio.                            David Martín, señoras y señores.
D. David Martin así, sin casi hablar, adornaba
las instituciones a las que pertenecía.          Agradezco a la Real Academia Nacional de Far-
                                                 macia el haberme incluido para intervenir en
                                                 esta sesión y recodar al Excmo. Sr. D. David
                                                 Martín como científico. Lo primero para mí es
                                                 evocar, con agradecimiento, la cordialidad con
                                                 la que el académico que nos dejó reciente-
                                                 mente acogió mi candidatura a la medalla que
                                                 desempeño en esta Real Corporación. Su
                                                 campo de especialización durante gran parte de
                                                 su vida científica, muy próximo al mío y cen-
                                                 trado en estudios microbianos, determinaba la
                                                 sintonía con la que siempre nos tratamos.

                                                 La figura de David Martín es inseparable de lo
                                                 que representa su familia, su esposa, la Dra.
                                                 Castilla de Gortázar, y su numerosa prole. Vaya
                                                 para todos ellos mi sentimiento compartido por
                                                 su pérdida, junto con la seguridad de que ya
                                                 descansa en paz tras una vida tan lograda
                                                 como fue la suya.

                                                 Información

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