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1. INTRODUCCIÓN                                                                                                                      ANALES
        La visión holística de la salud ya nos la presentaron hace                                                                       RANF

tiempo algunos de nuestros sabios favoritos, en la frase de “mens                                                                                    www.analesranf.com
sana in corpore sano”, o más recientemente nuestro recordado pro-
fesor Grande Covián “menos plato y más zapato”, aunque esta vi-                  HELENA y EYHS, se observó que aquellos adolescentes con mayor
sión integrada ha sufrido ciertos altibajos. Los beneficios para la              ingesta calórica eran más delgados y con menos grasa corporal que
salud de la práctica regular de ejercicio físico, así como del segui-            aquellos con menor ingesta calórica y más sedentarios (3). De estos
miento de una dieta equilibrada están fuera de toda duda. A través               resultados, se deriva el impacto que tiene el ejercicio físico sobre
de la nutrición se debe garantizar un correcto aporte de energía,                las personas y que debería considerarse en las investigaciones de
macro y micronutrientes que se verán aumentados por la práctica                  nutrición.
de actividad física (AF) (1). En la actualidad, nos enfrentamos a di-
ferentes retos que deben de ser abordados de forma multidimen-                   3. RETO: ANALIZAR DATOS DE NUTRICIÓN TENIENDO EN
sional, es decir, considerando ambos factores en relación con la salud           CUENTA ACTIVIDAD FÍSICA, SEDENTARISMO Y CONDICIÓN
humana. Los retos que se van a abordar en este discurso son balance              FÍSICA
energético, la asociación entre nutrición, AF y condición física y se-
dentarismo, sarcopenia y osteoporosis, obesidad sarcopénica, mi-                         El efecto de ser activo o sedentario no solo influye en nues-
crobiota intestinal, deterioro cognitivo, y receta personalizada de              tro balance energético, si no que también en la elección de alimentos
acuerdo con cada persona.                                                        y bebidas. En un estudio realizado en personas mayores de 55 años
2. RETO: BALANCE ENERGÉTICO, PREVENCIÓN Y TRATA-                                 de Madrid y Mallorca, los autores trataron de clasificar a la pobla-
MIENTO DE LA OBESIDAD                                                            ción en función de su nivel de AF y tiempo sedentario y relacionarlo
                                                                                 con la ingesta de líquidos. Se agruparon en 4 categorías: en activos
        El balance energético es la relación entre la energía gas-               y poco sedentarios, activos y sedentarios, inactivos y poco sedentarios
tada y la energía consumida; sin embargo, no es pura matemática,                 e inactivos y sedentarios. Se hallaron diferencias estadísticamente
ya que en esta ecuación influyen muchos componentes (1, 2). El                   significativas en el volumen total de líquido ingerido, agua y en la
apetito, entendido como la ingesta calórica conductual, y la AF                  osmolaridad, ya que el grupo de activos y poco sedentario bebieron
(gasto energético conductual), contribuyen al balance energético y               mayor cantidad y presentaron mayor concentración de osmolaridad
al control de la grasa corporal. En este sentido, una reciente revisión          en la sangre (4). A su vez, ingirieron mayor cantidad de otras be-
realizada desde la Sociedad Española de la Nutrición sobre la in-                bidas como café, leche, bebidas isotónicas, vino y bebidas destiladas
gesta dietética, gasto energético y AF ha observado que el 76,4%                 en comparación con el resto de los grupos, aunque los resultados
de los artículos analizados sobre un total de 698, no tuvo en cuenta             no fueron significativos. Además, esta misma muestra fue dividida
el gasto calórico y el 93,1% la AF (1). El impacto del ejercicio físico          en función de su condición física, teniendo en cuenta la fuerza del
sobre los mecanismos de control del apetito influye sobre el balance             tren superior e inferior, la fuerza de prensión manual, el equilibrio,
energético (2). La práctica regular de ejercicio físico modifica la com-         la agilidad y función cardiorrespiratoria. Se encontraron diferencias
posición corporal, aumenta la masa libre de grasa, que a su vez au-              en el porcentaje de ingesta deficitaria de micronutrientes; específi-
menta el metabolismo basal, la demanda energética y el impulso                   camente, más del 85% de hombres y mujeres, en la vitamina D, el
para comer. Por otra, disminuye el tejido adiposo, modificando la                potasio y la vitamina E. También, el 82% de las mujeres presentó
acción de la leptina. El ejercicio modifica la liberación de los péptidos        ingesta deficitaria de calcio y alrededor del 50% de los hombres y
gástricos, aumentando aquellos con efecto inhibitorio e inhibiendo               mujeres en la ingesta de folato (4). En relación con su condición fí-
a los que tienen efecto estimulante del apetito. El ejercicio a largo            sica, los participantes con mayores niveles de condición física pre-
plazo parece que ejerce cierta regulación global de apetito y sacie-             sentaron un mejor perfil de micronutrientes (5). Hay que destacar
dad y que, a mayor gasto, mejor control del balance energético.                  la importancia de analizar los resultados teniendo en cuenta el sexo
Queda por conocer mejor el efecto de la termogénesis no asociada                 y el riesgo que entraña la deficiencia prolongada de micronutrientes.
a ejercicio, que es la AF que realizamos de forma espontánea, como               En otro de los trabajos publicados por Aparicio-Ugarriza y col.
andar, subir escaleras, que algunos datos indican que puede tener                (2019), se observó que aquellos biomarcadores sanguíneos que es-
efectos positivos sobre la regulación metabólica (2). En los estudios            taban fuera del rango de normalidad, el 67% y el 25% de los par-
                                                                                 ticipantes, tenían valores deficitarios de 25(OH)D y de vitamina B12
                                                                                 y homocisteína, respectivamente (6). En relación con los resultados
                                                                                 de este estudio, ya en 2006, el grupo de la Dra. Fried, una de las
                                                                                 máximas expertas en fragilidad, alertaba de que bajas concentra-
                                                                                 ciones de micronutrientes son un factor de riesgo independiente de
                                                                                 fragilidad (7). Por tanto, el reto número dos, la AF y la condición

          Research challenges on the interaction between exercise and nutrition

396 Marcela González Gross
          An. Real Acad. Farm. Vol. 87. Nº 4 (2021) · pp. 395-401
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