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de la masa magra (30). Asimismo, los riesgos asociados a Juan de Toro Martín et al.
la obesidad están más estrechamente relacionados con
elevados índices de grasa corporal que con que el peso rehabilitación nutricional ha sido ampliamente reconocido
corporal en sí mismo (31). En este trabajo, la hiperfagia por maximizar los mecanismos de conservación de la
exhibida por la población SR dio lugar a la aparición de un energía (36), los resultados mostrados en el presente
fenotipo claramente obesogénico, incluyendo elevados trabajo señalan a GIP como una hormona ahorrativa, que
niveles de triglicéridos circulantes y un incremento de los estaría desempeñando un papel esencial en la acumulación
depósitos de grasa visceral superior al resto de de lípidos en el tejido adiposo cuando las ratas sometidas a
poblaciones. Estos resultados sugieren una estrecha restricción nutricional precoz son enfrentadas a un aporte
relación entre las adaptaciones provocadas por la calórico excesivo.
rehabilitación nutricional y el incremento en la capacidad
de acúmulo de lípidos, lo que daría lugar a un Curiosamente, el deterioro de la tolerancia a la glucosa
empeoramiento de la homeostasis glucídica, mostrado por las hembras SR fue acompañado de una
particularmente agravado en el caso de las hembras. menor acumulación hepática de lípidos. Previamente, se ha
descrito que el incremento de los depósitos de grasa
En vista del dimorfismo sexual observado respecto a visceral podría estar involucrado en la prevención de la
las alteraciones en la homeostasis glucídica y a que GIP ha deposición ectópica de lípidos (37). Asimismo, estudios
sido extensamente descrito como un regulador crucial de la previos han mostrado que la incapacidad para almacenar
secreción de insulina en respuesta a la ingesta de alimentos lípidos en el hígado da lugar a una exacerbación de la
(32,33), llevamos a cabo estudios encaminados a hipertrigliceridemia y la hiperglucemia, agravando los
determinar su papel en la aparición de intolerancia a la estados de resistencia a insulina (38,39). Por tanto, estos
glucosa en las hembras sometidas a realimentación con estudios sugieren que una óptima redistribución ectópica
dieta grasa. En primer lugar, el hecho de que el contenido de lípidos en forma de triglicéridos representa una
intestinal de GIP se encontrase incrementado tras la respuesta alostática del organismo, previniendo su
rehabilitación nutricional, a pesar de no observar acumulación en otros órganos como el músculo o el
alteraciones en el número de células K, sugiere una páncreas (40).
preservación de los mecanismos de producción endógena
de GIP en respuesta a una administración prolongada de En este sentido, la mejora de la homeostasis glucídica
una dieta grasa. Por otro lado, se ha descrito que una observada en las hembras SR tras el tratamiento con
alimentación con dieta grasa promueve una elevación de (Pro3)GIP tuvo lugar en paralelo a un aumento del
los niveles circulantes de GIP (16). Asimismo, una contenido hepático de lípidos y a una disminución en los
exagerada secreción de GIP ha sido recientemente descrita niveles circulantes de triglicéridos. Paradójicamente,
en pacientes diabéticos tipo 2 (34). Por tanto, en vista de estudios previos han mostrado que la inhibición
los elevados niveles postprandiales de insulina mostrados farmacológica de GIP está asociada a una reducción del
por las hembras SR, es posible sugerir que GIP estaría contenido hepático de lípidos (22,41). No obstante,
jugando un papel predominante en la regulación entero- también ha sido descrito que la nutrición perinatal puede
insular de la secreción de insulina durante la rehabilitación programar tanto el almacenamiento como el metabolismo
nutricional. Igualmente, el hecho de que únicamente las hepático de lípidos en el adulto (42,43). Por tanto, dichas
hembras SR muestren una exacerbada secreción de GIP en discrepancias podrían residir, precisamente, en el fenotipo
respuesta a una sobrecarga oral de glucosa revela, por ahorrativo mostrado por las hembras SR, dando lugar a un
primera vez, la posible existencia de una programación aumento en la acumulación de lípidos a nivel hepático tras
nutricional del eje entero-insular, como resultado de una el bloqueo farmacológico de la acción de GIP.
restricción nutricional precoz y posterior realimentación.
A partir de los resultados obtenidos, sin embargo, no es
Entre los efectos extrapancreáticos de GIP, destaca su posible establecer si las alteraciones observadas a nivel del
capacidad para promover la diferenciación adipocitaria y eje entero-insular representan un defecto primario, o si se
la acumulación de lípidos en el tejido adiposo (8). De trata de un defecto asociado a otras alteraciones
acuerdo al marcado incremento en los niveles circulantes metabólicas. No obstante, individuos sanos alimentados
de GIP mostrado por las hembras SR y a que el tamaño con dieta grasa muestran elevados niveles circulantes de
adipocitario es un marcador predictivo de resistencia a GIP antes del desarrollo de resistencia a la insulina , lo que
insulina (35), la correlación observada entre los niveles sugiere que la hipersecreción de GIP precedería a la
basales de GIP, el tamaño de los adipocitos y los niveles pérdida de la acción de esta hormona (44). Por tanto, el
de HOMA-IR, refuerza el papel de GIP como mediador en incremento en los niveles circulantes de GIP parece
el desarrollo de resistencia a la insulina en el tejido representar el estímulo necesario para la hipersecreción de
adiposo de estos animales. Asimismo, la drástica insulina y la acumulación de lípidos en el tejido adiposo de
reducción de los depósitos de grasa visceral y del tamaño estos animales, dando lugar al desarrollo de intolerancia a
de los adipocitos observada tras el tratamiento con el la glucosa y resistencia a la insulina.
antagonista farmacológico de GIP fue acompañada con un
sustancial restablecimiento de la homeostasis glucídica en El papel de GIP en la aparición de resistencia a insulina
las hembras SR. Dado que el crecimiento acelerado tras la ha sido previamente descrito mediante el uso de
antagonistas (22) y en pacientes diabéticos tipo 2
196 sometidos a bypass gástrico (45). No obstante, los
resultados mostrados en el presente trabajo indican, por
primera vez, que la rehabilitación nutricional tras un
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