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Sesión
científica
Premios
Nobel
2013
la
terminal
sináptica,
lo
que
conduce
a
una
forma
de
retraso
mental
asociada
al
cromosoma
X.
Las
disfunciones
pueden
ser
más
sutiles.
Por
ejemplo,
la
proteína
Rab7a
se
encarga
de
dirigir
cargamentos
para
su
degradación
en
el
interior
de
la
célula,
en
un
orgánulo
especializado
llamado
lisosoma.
Cuando
esta
proteína
está
mutada
se
produce
una
acumulación
de
“basura
intracelular”
que
no
puede
eliminarse,
lo
que
acaba
desencadenando
la
degeneración
neuronal.
Es
el
caso
de
la
neuropatía
Charcot--Marie--Tooth
tipo
2B
(la
neuropatía
Charcot--Marie--Tooth
es
muy
compleja,
con
más
de
60
genes
asociados).
Pero
no
todas
las
alteraciones
cerebrales
se
deben
a
defectos
en
el
funcionamiento
de
las
neuronas.
Por
ejemplo,
en
la
transmisión
nerviosa,
el
neurotransmisor
es
liberado
y
se
une
a
receptores
específicos
en
la
neurona
adyacente.
A
continuación,
es
importante
eliminar
el
exceso
de
neurotransmisor
con
gran
rapidez,
para
terminar
la
transmisión
y
permitir
que
la
neurona
se
prepare
para
el
siguiente
estímulo.
Además,
un
exceso
de
neurotransmisor
en
el
medio
extracelular
puede
dar
lugar
a
una
excitación
excesiva
de
la
neurona,
en
un
proceso
conocido
como
excitotoxicidad.
Pues
bien,
la
eliminación
del
exceso
de
neurotransmisor
se
lleva
a
cabo
por
otro
tipo
celular,
los
astrocitos,
que
se
encuentran
en
gran
proximidad
a
la
terminal
sináptica.
Estas
células
presentan
en
su
membrana
unos
transportadores
que
se
encargan
de
captar
el
neurotransmisor
y
transportarlo
al
interior
de
la
célula.
Es
por
tanto
muy
importante
que
estos
transportadores
específicos
se
encuentre
localizados
correctamente
en
la
membrana
del
astrocito.
Cuando
esto
no
ocurre,
puede
dar
lugar
a
distintas
formas
de
epilepsia,
y
finalmente,
a
la
muerte
neuronal.
Este
es
sólo
un
pequeño
“muestrario”
de
las
enfermedades
humanas
que
pueden
producirse
cuando
el
sofisticado
tráfico
intracelular
se
encuentra
alterado.
Como
decía,
esta
información
nos
ha
ayudado
notablemente
a
entender
mejor
estas
enfermedades.
Pero
¿ha
sido
esto
útil
para
el
diseño
de
nuevos
tratamientos
para
estas
enfermedades?
Sí,
sin
duda
ha
sido
útil,
pero
hay
que
reconocer
que
lo
ha
sido
fundamentalmente
para
aliviar
o
paliar
los
síntomas
de
estas
enfermedades,
más
que
para
corregir
sus
causas.
Esto
es
así
porque
en
gran
manera
nuestro
conocimiento
es
todavía
demasiado
incompleto,
y
sobre
todo,
porque
carecemos
de
herramientas
lo
bastante
finas
como
revertir
los
procesos
moleculares
defectuosos
que
originan
estas
enfermedades.
Aun
así,
el
progreso
es
continuo,
y
hay
múltiples
terapias
en
fase
experimental
para
el
tratamiento
de
alguna
de
estas
enfermedades.
Por
ejemplo,
la
enfermedad
de
Niemann--Pick
se
debe
a
la
acumulación
intracelular
de
distintos
lípidos
de
membrana,
como
la
esfingomielina,
fundamentalmente
en
los
lisosomas.
Esto
se
debe
a
deficiencias
en
la
enzima
que
degrada
la
esfingomielina,
la
esfingomielinasa.
Basado
en
este
conocimiento,
se
están
ensayando
dos
tipos
de
terapias
moleculares.
Por
un
lado,
se
intenta
prevenir
la
acumulación
excesiva
de
esfingomielina
reduciendo
su
producción.
Para
ello
se
están
utilizando
inhibidores
específicos
de
las
enzimas
que
regulan
su
síntesis.
Por
otro
lado,
se
está
intentado
recuperar
la
capacidad
de
405