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ORIGEN
DPTO
BIOQUÍMICA…
La
importante
obra
de
adaptación
fue
dirigida
acertadamente
por
el
brillante
Arquitecto
salmantino
D.
Genaro
de
No
(hijo
del
que
fue
prestigioso
Catedrático
de
la
Facultad
de
Ciencias,
D.
Eduardo
de
No
García,
considerado
por
sus
compañeros
como
propulsor
de
aquella
institución).
Entre
1903
y
1933
la
Facultad
de
Ciencias
compartió
reducido
espacio
con
la
de
Medicina
en
el
edificio
de
la
Hospedería
del
antiguo
Colegio
Mayor
Fonseca.
Probablemente,
estos
podría
considerarse
como
algunos
de
los
antecedentes
remotos
del
Departamento
de
Bioquímica
y
Biología
Molecular
de
la
Universidad
de
Salamanca.
Además
existen
otros
más
cercanos.
2.
ALGUNOS
DATOS
En
efecto,
así
podría
juzgarse
a
los
antecedentes
históricos
de
este
Departamento
posteriores
a
la
Guerra
Civil;
que
tan
profundamente
alteró
la
vida
española
en
general,
y
en
menor
cuantía
la
estructura
y
funcionamiento
de
la
Universidad.
Al
producirse
el
levantamiento
militar
de
julio
de
1936,
“obviamente,
en
ninguna
Facultad
se
pudo
desarrollar
labor
académica.
En
Anaya
se
instalaron
los
Servicios
de
Propaganda,
siendo
de
gran
eficacia
los
radiofónicos
allí
inaugurados
el
17--I--1937.
Todos
los
recursos
universitarios
y
particulares,
voluntariamente
o
por
procedimientos
coercitivos,
fueron
puestos
a
disposición
del
llamado
bando
nacional”
(1).
Terminada
la
contienda,
se
fue
recuperando
gradualmente
la
actividad
académica
(mejor
de
lo
que
a
veces
se
ha
expresado),
superando
las
restricciones
en
la
adquisición
de
productos
y
aparatos
extranjeros
impuestas
no
sólo
por
la
deteriorada
situación
económica
española
sino
por
las
limitaciones
ocasionadas
por
la
II
Guerra
Mundial.
La
siempre
prudente
y
hábil
gestión
del
Rector,
el
salmantino
D.
Esteban
Madruga,
y
el
tenaz
esfuerzo
de
numerosos
Catedráticos
–
algunos
que,
como
D.
Fernando
Galán,
mantuvieron
prolongadamente
una
valiosa
actividad
investigadora,
además
de
la
docente
(que
en
el
curso
1943--44,
por
ejemplo,
había
que
dedicar
a
un
porcentaje
elevado
de
los
500
alumnos
de
Ciencias
y
preparatorio
de
Farmacia)--
lograron
paliar
tales
dificultades.
Pero
en
la
década
de
1950,
y
aún
más
en
la
de
1960,
es
cuando
puede
probablemente
considerarse
que
tiene
lugar
“el
despegue”
de
esta
Facultad,
lográndose
un
destacado
progreso
en
la
faceta
investigadora
gracias
a
la
incorporación
de
nuevos
catedráticos
(entre
ellos
D.
Joaquín
de
Pascual
o
D.
Felipe
Lucena)
que
llegaron
con
su
reciente
formación
ampliada
en
el
extranjero
e
introdujeron
interesantes
líneas
de
investigación,
y
favorecieron
el
trabajo
experimental
con
la
realización
por
los
jóvenes
licenciados
de
las
Tesis
de
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