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DANIEL
ARCOS
bioactivos
no
ha
dejado
de
crecer
en
los
últimos
40
años.
Compuestos
como
Bioglass
45S5,
comercializado
como
diferentes
productos
sanitarios
(Novamin
Tech.,
PerioglassTM,
NovaboneTM,
etc.)
se
emplean
en
la
actualidad
en
cirugía
ortopédica
y
periodontal,
así
como
agentes
regeneradores
de
dentina
incluidos
en
pastas
dentífricas.
En
1991,
la
incorporación
de
la
química
sol--gel
al
terreno
de
las
biocerámicas
(6)
dio
lugar
a
una
nueva
generación
de
vidrios
bioactivos,
los
cuales
presentaban
un
enorme
potencial
para
desarrollar
mejores
implantes
con
capacidades
osteogénicas.
Este
hecho
se
basaba
en
las
mejores
propiedades
de
superficie
y
porosidad
que
lleva
implícito
el
proceso
sol--gel,
respecto
de
la
técnica
de
fusión
y
enfriamiento
rápido
con
la
que
se
preparan
los
vidrios
convencionales.
Desde
entonces,
los
avances
en
esta
línea
de
investigación
han
sido
numerosos
y
de
importante
calado
científico,
como
se
recoge
en
numerosos
trabajos
de
revisión
publicados
desde
entones
(7--11).
Sin
embargo,
veinte
años
después
la
incorporación
a
la
práctica
clínica
de
estos
vidrios
no
se
ha
producido,
lo
que
de
alguna
manera
puede
explicarse
porque
su
valor
añadido
no
compensa
el
alto
coste
que
implica
incorporar
el
producto
al
mercado.
Muy
recientemente,
se
ha
desarrollado
una
nueva
generación
de
vidrios
mesoporosos
bioactivos
(VMB),
que
presentan
características
texturales
y
bioactivas
no
observadas
en
las
generaciones
anteriores.
Estos
materiales
surgen
gracias
a
la
incorporación
de
la
química
supramolecular
a
los
procesos
sol--gel,
dando
como
resultado
materiales
porosos
altamente
ordenados
y
con
magnitudes
de
superficie
y
porosidad
hasta
cinco
veces
superiores
a
las
obtenidas
por
el
método
sol--gel
convencional
(Figura
1).
Figura
1.--
(a)
Representación
esquemática,
(b)
reconstrucción
estructural
y
(c)
imagen
de
microscopia
electrónica
de
transmisión
de
un
VMB.
Como
consecuencia
de
ello,
nos
encontramos
ante
materiales
que
presentan
la
mayor
cinética
de
bioactividad
in
vitro
observada
hasta
el
momento.
Sin
embargo,
el
verdadero
alcance
clínico
de
estos
materiales
es
aún
desconocido,
puesto
que
su
estructura
mesoporosa
ordenada
permite
la
incorporación
de
agentes
osteogénicos,
inhibidores
osteoclásticos,
etc.
que
dotan
al
sistema
de
un
enorme
potencial
en
el
tratamiento
de
procesos
degenerativos
del
tejido
óseo.
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