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REAL ACADEMIA NACIONAL DE FARMACIA AN. R. ACAD. NAC. FARM.

Y concluyo ya. Tal vez esta tarde lo que deberían haber sido unas
sencillas palabras de agradecimiento se hayan transformado en un
breve e intenso ejercicio de memoria, y espero que me disculpen por
haber hecho que esa circunstancia se produzca; pero una distinción
que se recibe prácticamente en el tramo final de una labor profesio-
nal de tantos años y que es ofrecida a quien se otorga de la forma
en la que esta Medalla Carracido en su modalidad de Oro me ha sido
concedida a mí es una puerta abierta a la evocación y al recuerdo.

Gracias, de verdad; gracias de todo corazón. A la Academia, a
la Ciencia, al trabajo, a mis maestros y compañeros, a mis colabo-
radores y discípulos, a mis padres, a mi hermana, a mi mujer, a mis
hijos y nietos, a mis otros seres queridos, y a tantas y tantas cosas.
Y gracias a Dios por haberme dejado vivir este momento y a la vida
por, como decía la canción, haberme dado tanto.

Muchas gracias.

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